La investigación por el femicidio de Florencia Soledad Comas, la joven hipoacúsica de 27 años cuyo cuerpo fue hallado el 13 de septiembre pasado en la localidad bonaerense de San Nicolás, cuenta con tres sospechosos detenidos. 

En las últimas horas, cronica.com.ar accedió al video del momento de la detención de Jonatan Gabriel Latapie, de 37 años, también hipoacúsico, quien sería el autor del crimen, cuyo arresto contó con la colaboración de un traductor del lengua de señas.

El Jefe Departamental Martín Cancelo asumió la función de intérprete, utilizando lengua de señas para garantizar una comunicación efectiva con el imputado, que según indicaron fuentes policiales a este medio, sería el autor material del hecho, de acuerdo a las pruebas obtenidas.

“Las cámaras lo muestran que entra a la casa y no sale más. Después, el auto es visualizado saliendo de la casa el día viernes, y se lo ve que entra al camino rural donde es abandonado el cuerpo”, indicaron fuentes cercanas a la investigación.

El hombre al que se le atribuye el asesinato de la víctima, consumó la mortal agresión en una finca situada en la calle Belgrano al 100, en dicho distrito. De acuerdo a lo agregado por estos informantes, el individuo hacía refacciones en el inmueble y, además, era el cuidador del lugar, debido a que los propietarios estaban de viaje en Córdoba.

Trascendió que el 18 de septiembre el sujeto fue hallado en esa casa y, al ser interrogado por los pesquisas, comenzó a llorar, oportunidad en la que, con ayuda de una especialista en lenguaje de señas, reconoció que había matado a la joven, con quien mantenía una relación de amantes. Se comprobó que Florencia había buscado la dirección de la vivienda en el navegador de su teléfono celular.

En el domicilio habitado por Latapie, ubicado en calle Ugarte al 400, los funcionarios públicos incautaron un Peugeot 5008 gris, perteneciente al sospechoso y que se presume que habría utilizado para trasladar el cadáver.

Florencia desapareció en la mañana del 12 de septiembre, luego de haber dejado a su hijita en un jardín de infantes. A las 8.10 de aquel día, la víctima ascendió a un colectivo de la línea 504, en una parada instalada en la avenida Moreno y Ruíz Moreno. Estaba vestida con una campera negra inflable y un pantalón de jean azul (las mismas ropas que tenía colocadas cuando fue localizada asesinada).

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