Asesinatos de María Marta García Belsunce y Nora Dalmasso: ¿Crímenes perfectos o mal investigados?
Ambos mujeres fueron asesinadas en barrios cerrados, no se preservaron las escenas de los crímenes. Las víctimas vivían en barrio cerrados y los investigadores se centraron en sus familiares que resultaron inocentes. La menoria de ellas fue maltratada en todos los ámbitos.
El crimen de María Marta Gacía Belsunce en Pilar, provincia de Buenos Aires, y el de Nora Dalamsso cometido en Río Cuarto, provincia de Córdoba, son de los casos policiales más resonantes del país, de los que se ha publicado mucho en lo medios, se hicieron libros, documentales. Tienen dos demominadores comunes fundamentales, ambos están impunes y tuvieron malas investigaciones en el incio de la causa. Los expertos dicen que las primeras 48 horas son fundamentales, en ambos casos se hizo todo mal. No se trata de crimenes perfectos, si no de investigaciones mal hechas.
También el trato tanto judicial, social y mediático que tuvieron las víctimas fue violento. En ambas se expuso y hasta se inventó su intimidad. En el caso de Dalmasso llegaron a confeccionarse remeras que sostenían "Yo no estuve con Norita", en relación a la supuesta cantidad de amantes que tenía.
A María Marta, de 52 años, la asesinaron el 27 de octubre de 2002 en su casa del country Carmel, aunque recién el 2 de diciembre de ese año se supo que se había tratado de un homicidio y no de un accidente dosméstico. El fiscal estuvo en la casa junto al cuerpo y no ordenó la autopsia. 20 años después el 2 de diciembre de este año en el ex vecino del country donde fue asesinada, Nicolás Pachelo, fue absuelto. Para dos de los jueces no estaba probado que el había cometido el crimen.
A Nora Dalmasso, de 51 años, la encontraron asesinada en su casa de un barrio cerrado Villa Golf el 26 de noviembre de 2006. El 5 de julio de este año absolvieron a su marido Marcelo Marcarrón, después de que la fiscalía desistió de la acusación del vuido que llegó al debate señalado como el supuesto autor intelectual del homicidio.
Dos crimenes con repercusión social, con mucho exposición en los medios, terminaron sin castigo.
Fueron cometidos en barrios con seguridad. Sus familiares en distintos momentos de la investigación estuvieron en el centro de la sospechas. En el caso de María Marta su marido Carlos Carrascosa llegó ser condenado por un Tribunal de Casación, por lo que pasó preso más de siete años hasta que fue absuelto por la Corte. También dos de sus hermanos y uno de sus cuñados fueron condenados por encubrimiento y sobresídos. Recién ahí se retomó, 15 años después, la línea de investigación que estaba desde el incio e involucraba a Pachelo.
En el caso de Nora en una situación muy polémica llegó estar imputado su hijo Facundo Macarrón que finalmente, después de varios años, fue sobresido.
En los dos juicios que se realizaron este años los testigos tuvieron que referirse a hechos ocurridos muchos años atrás, si bien estaban las actas de los que habían dicho en su momento en la instrucción, no dejó de ser un problema el paso del tiempo para recordar datos en detalle. Aunque en el caso de Pachelo muchos de los testigos también ya habían declararo en el 2007 en el juicio a Carrascosa y mantuvieron sus dichos.
El primer fiscal de la causa Diego Molina Pico, el mismo que estuvo en la casa de María Marta mientras la velaban y no ordenó la autopsia ni la preservación del lugar. El baño donde suspuestamente había sido el accidente pegado a su cuarto estaba siendo utilizado. El fiscal luego investigó la línea familiar descartando otras hipótesis.
La tardanza en la que comenzó la investigación por el homicidio, el arma que nunca se encontró, el tiempo en llegar a los jucios, atentó contra la posibildad de dictar sentencia. etderminantes favoreció en ambos homicidios, favoreció a que ningún tribunal pudiera dictar una sentencia.
El fiscal Javier Di Santo, a cargo del expediente por el crimen de Dalmasso al inicio, recibió cuestionamientos por cómo se había trabajado en la escena del crimen. Ingresaron 28 personas en la habitación donde se cometió el homicidio y contaminaron el lugar. Esto obligó a que se ordenaran análisis de ADN para todos los que estuvieron para comparar con el perfil genético que luego fue hallado en el cuerpo y la bata de Nora, para descartarlos como sospechosos.
Después se sumaron otros funcionarios para conformar un equipo de fiscales que acusó como autor del homicidio al pintor de obra Gastón Zárate, señalado como el “perejil”, lo que aquel momento se consideró que era por las presiones que tenía la causa en los medios todos los días.
Otro punto de contacto es que ambas investigaciones fueron imperfectas desde el momento mismo del hallazgo de los cuerpos. Esas deficiencias fueron tanto policías como judiciales y esos errores inciales dificultaron las investigaciones y las posiblidades de obtener prueba para llegar a la verdad.
Su bien ambos fiscales fueron cuestionados, en el caso de la familia de María Marta hasta lo denunció, siguen en sus cargos.
En el caso de Dalmasso se tardó 15 años en llegar al juicio.
En la causa Dalmasso quedaron muestras de dos perfiles genéticos que podrán ser comparados con los de algún sospechoso el día que la policía los encuentre. Esto si se logra que la causa no se decalaré prescripta por el paso del tiempo.
Situación en la que ya se encuentra el expediente de María Marta, si bien aún se puede apelar el fallo absolutorio contra Pachelo, si los Tribunales superiores mantienen la misma postura, el crimen quedará impune porque ya no hay margen legal para abrir nuevas hipótesis ni de imputar a otras personas.
Dos mujeres que no tienen Justicia.