A medida que avanza la investigación que se desarrolla por el crimen de María Cristina De Vincentiis, la jubilada de 90 años asesinada de una puñalada en el cuello en  San Isidro, y por el que está detenido su hijo, Aldo Di Paolo, como presunto autor, cada vez se robustece con mayor firmeza que el móvil del asesinato habría sido económico. Material fílmico, una importante suma de dinero hallada en la casa del acusado, y una supuesta pensión que la víctima de nacionalidad italiana, cobraba desde Europa, es parte de la evidencia que complicó a Di Paolo. 

El principal sospechoso de 65 años está acusado de "homicidio doblemente agravado por el vínculo y por la alevosía", un delito que prevé como única pena la prisión perpetua. Di Paolo fue indagado el  viernes por la tarde por la fiscal Carolina Asprella y se declaró "inocente". También es asistido por el defensor oficial, Hugo López Carribero.

El miércoles pasado, alrededor de las 20.30, el mismo Di Paolo fue quien llamó a la Policía para denunciar que había encontrado asesinada a su madre en la casa de ella, en Avellaneda 1314, entre San José y Herrera, partido de San Isidro.

En ese momento, el hombre explicó que había ido a la casa porque su madre, quien vivía sola y usaba una silla de ruedas, no le contestaba los llamados. Cuando la Policía llegó al lugar, comprobaron que la mujer, estaba muerta, tendida en el piso de la cocina, con un cuchillo clavado en el cuello, que pertenecía a la propia casa, según señalaron los investigadores.

En ese contexto, Di Paolo puntualizó que la casa de su madre estaba algo revuelta y que el o los asesinos habían robado una serie de alhajas y el celular de la víctima.

La primera línea de investigación fue la de un homicidio en ocasión de robo cometido por alguien que había logrado ingresar a la casa. Es que pese a no detectar puertas o ventanas forzadas, algunos vecinos declararon que la mujer solía dejar la puerta abierta cuando salía con su silla de ruedas a tomar aire.

Más tarde, la autopsia estableció que De Vincentiis murió por la herida en el cuello que le generó una hemorragia y shock hipovolémico.

A su vez, la data de muerte estimada reveló que la jubilada fue asesina entre 48 y 72 horas antes a la autopsia realizada el miércoles, lo que ubica el asesinato como cometido entre el lunes -cuando Di Paolo quedó filmado-, y el martes.

Giro en la causa que investiga el asesinato de la jubilada: las pistas que complican a su hijo

No obstante, tras una serie de contradicciones detectadas en el testimonio del hombre, y el material recabado de las cámaras de seguridad, la fiscal Asprella, entre el jueves a la noche y la madrugada del viernes ordenó la detención de Di Paolo. 

"Básicamente el trabajo que hizo la DDI con las cámaras y otros datos que contradijeron el testimonio del hijo, terminaron de transformarlo en el principal sospechoso. Y si bien restan pericias, el allanamiento en su casa robustece nuestras sospechas", dijo una fuente judicial, según consignó Télam. 

Además, una fuente ligada al expediente, sostuvo: "Hay una cámara en la cuadra que grabó todo. Se lo ve entrar al hijo el lunes alrededor de las 18, se queda aproximadamente media hora y sale, en cuero, y con la bolsita rumbo a su casa".

En ese marco, comenzó a robustecerse la hipótesis de que un móvil económico, sería el que habría llevado a Di Paolo, a cometer el asesinato. 

Es que tras un allanamiento realizado en la casa del imputado, se hallaron 3.000 dólares y 900.000 pesos. También, la Policía secuestró, dos tablets, una notebook, dos  celulares y un almohadón con manchas que podrían ser de sangre.

Además, se cree que la mujer de nacionalidad italiana, aparentemente cobraba una pensión de ese país europeo. Este dato salió a la luz a partir de un mensaje que el acusado dejó en la web del consulado italiano por la pensión que su madre cobraba de ese país.

"Tengo problemas con la pensión de mi madre", dice el primero de los dos mensajes que Di Paolo posteó el 6 de febrero pasado -justo un mes antes del crimen-, en el sitio web embassy-finder.com y dirigido al Consulado General de Italia en Buenos Aires.

Catorce minutos después de ese primer mensaje, repitió la consulta con más precisiones: "Tengo problemas con la pensión de mi madre, María Cristina De Vincentiis, es complicado sacar un turno para realizar los trámites" y dejó su dirección de correo electrónico para que lo contacten.

Los dos mensajes ya están siendo analizados por la fiscal de San Isidro Carolina Asprella, según dijeron fuentes judiciales a la agencia Télam.

"Por otros elementos sabemos que la víctima cobraba una pensión desde Italia, pero se están tomando las medidas necesarias para confirmarlo oficialmente con el consulado, para saber qué tipo de pensión recibía, desde cuándo, qué monto percibía y si su hijo estaba relacionado de algún modo a ese beneficio", señaló uno de los investigadores.

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