El hombre detenido por el crimen de Maribel Zalazar (35), la oficial de la Policía de la Ciudad asesinada este martes en Retiro, declaró este jueves y reconoció la autoría del hecho, aunque aseguró que confundió a la víctima con otra persona.

El imputado, Oscar Gustavo Valdez (29), de nacionalidad paraguaya, fue indagado por el juez a cargo de la causa, Martín Sebastián Peluso, del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 9.

Váldez seguirá detenido por los delitos de "homicidio agravado por haber sido cometido contra un miembro de una fuerza de seguridad" en perjuicio de la oficial Zalazar, "en concurso real con lesiones graves" que le provocó a un empleado de subterráneos.

Fuentes judiciales informaron que durante la indagatoria, el acusado dijo haber sido el autor del disparo que mató a la mujer policía, pero dijo que pensó que la víctima era otra persona.

El detenido estuvo asistido por un defensor oficial y declaró "muy sintéticamente" la frase en la que reconoció haber disparado el arma de la mujer policía, aunque se excusó al decir que creyó que la víctima era otra persona, según informó la agencia de noticias Télam.

Cuando el juez pretendió ahondar, el acusado se negó a contestar preguntas, por lo que la indagatoria concluyó.

El crimen de la mujer policía

El asesinato ocurrió cuando la oficial intentaba subir a Valdez a una camilla junto a un empleado de seguridad privada del subte. Inexplicablemente, Váldez se abalanzó sobre la mujer policía, la quien le sacó el arma reglamentaria con la que le disparó.

Uno de los balazos le dio en el cuello a Zalazar, que murió minutos después en el Hospital Churruca.

Los investigadores pudieron reconstruir que todo se inició cuando Valdez, que venía en una formación como pasajero, llegó a la estación y, como había manifestado que se sentía mal y que padecía un dolor en sus piernas, fue asistido por personal de subterráneos que le acercó una silla y le ofreció un vaso de agua.

La oficial Zalazar se acercó al lugar, pero cuando quisieron subirlo a la camilla, el hombre se puso violento, hubo un forcejeo, le arrebató el arma a la mujer policía de su pistolera y comenzó a disparar.

Pese a que tenía el chaleco antibalas colocado, la mujer policía fue alcanzada por uno de esos tiros, que le ingresó por la zona del cuello y afectó también su pulmón derecho, mientras que un empleado de la empresa concesionaria Emova también resultó con una herida leve por el roce de otro de los disparos.