Abogado del acusado de drogar y violar a venezolana: "Fue una relación consentida"
Edgardo Cantore habló con Crónica HD y afirmó que su cliente "en ningún momento la violó ni drogó" sino que acordaron tener relaciones sexuales. Ireneo Humberto Garzón Martínez declaró en la causa en la que está procesado por "abuso sexual agravado por acceso carnal".
Irineo Humberto Garzón Martínez, el acusado de haber drogado y abusado sexualmente de una joven de 18 años en su local del barrio porteño de Balvanera, declarará este lunes ante la Justicia.
En diálogo con Crónica HD, el abogado de Garzón Martínez, Edgardo Cantore, sostuvo que su clliente "contó lo que pasó": "En ningún momento la violó ni drogo; esto fue una relación consentida".
Además, indicó que existen chats de WhatsaApp con mensajes de la noche anterior en donde la joven le envió "corazoncitos".
"Está en el celular que le secuestraron, no solamente de la chica, sino también de la mamá de ella", agregó el letrado.
En la misma línea, señaló que su cliente no la drogó. "Le dio alcohol y por pedido de ella", sostuvo y continuó: "A su pedido tomaron jugo de naranja con vodka".
Por otra lado, también Cantore sugirió que la denunciante le habría pedido dinero a su cliente a cambio de mantener relaciones sexuales.
Y sobre el estado en el que fue encontrada por la policía, afirmó: "Supongo que habrá fingido su estado de incosciencia".
La ampliación de la declaración indagatoria será a las 10, a través de videoconferencia y ante la jueza Karina Mariana Zucconi y la fiscal Silvana Russi.
La audiencia fue solicitada por la defensa del propio imputado y ésta será la primera vez que Garzón Martínez dé una versión de lo sucedido, ya que en su primera indagatoria, se había negado a declarar.
La madre de la denunciante envió a la prensa un mensaje, convocando a una vigilia en el Palacio de Tribunales y donde pide justicia.
“Vamos a Tribunales a pedir justicia porque hoy declara el violador. Señora jueza, escuche a las víctimas, escuche a la Argentina y a todos los países que se han unido en esta lucha de justicia. Hoy es por mi hija que pudo hablar, y por tantas otras que tuvieron miedo”, afirmó la madre de la joven venezolana.
Garzón Martínez fue procesado por la jueza Zucconi por "abuso sexual agravado con acceso carnal", pero mantuvo la libertad del imputado porque, según su criterio, no existían razones que permitieran presumir de manera fundada que va a intentar eludir la acción de la justicia o entorpecer la investigación.
Además, la jueza consideró que el hecho de que no tuviera antecedentes penales y se hubiera identificado de manera correcta conformaba un escenario propicio para mantener su libertad, fijándole algunas reglas de conducta.
Dos fiscales, Silvana Russi, a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 41, y Mariela Labozzetta, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM), apelaron el fallo.
“La revocación de su libertad es el único medio útil para asegurar los fines del proceso, la integridad de la víctima y el cumplimiento de los compromisos del Estado argentino en el ámbito del derecho internacional de los derechos humanos de las mujeres”, resaltaron en el escrito de la apelación.
El testimonio del abogado del acusado en Crónica HD
La denuncia de abuso
El hecho se registró el pasado 23 de enero, cerca de las 14, cuando la denunciante fue citada para realizar una entrevista laboral que había coordinado días antes por la red social Facebook.
Aparentemente, el acusado le pidió cenar el viernes para así "poder hablar sobre el trabajo", propuesta que fue rechazada por la joven, quien finalmente arregló presentarse el sábado por la mañana en el mencionado local de la calle Paso.
Según el relato de la denunciante, durante la jornada de trabajo, el acusado le ofreció varias veces una bebida hasta que finalmente la chica aceptó tomar un vaso de agua.
De acuerdo con su relato ante los investigadores, tras beber el agua comenzó a sentirse mareada, por lo que le envió un mensaje a su hermana explicándole la situación.
"Creo que el dueño de donde trabajo me drogó porque me siento mareada", expresó la joven en el mensaje que le envió a través de WhatsApp y agregó la dirección en donde se encontraba.
Cuando la policía ingresó al local, encontró a la joven en el fondo del comercio y el acusado estaba vistiéndola y poniéndole los pantalones.
La joven venezolana víctima de abuso sexual, cuya identidad se preserva, dijo en una nota con la TV venezolana estar agradecida con Dios por no acordarse de "nada" de lo sucedido, ya que "no hubiera soportado" recordar el hecho, y cuestionó que el agresor permanezca en libertad mientras ella está "sufriendo".