A qué se dedicaba Máximo Thomsen antes del crimen de Fernando Báez Sosa
El rugbier Máximo Thomsen fue el principal señalado por el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, el 18 de enero de 2020.
El rugbier Máximo Thomsen es el acusado de haber sido el que le propinó la patada fatal a Fernando Báez Sosa el 18 de enero de 2020 en el complejo bailable Le Brique en Villa Gesell. Luego del juicio recibió cadena perpetua.
La repercusión mediática del caso impactó a gran parte de la sociedad argentina, y los implicados en el brutal asesinato del joven de 18 años, estuvieron en prisión preventiva hasta el momento del juicio, donde Thomsen recibió cadena perpetua.
El condenado se desempeñaba en el Club Atlético San Isidro (CASI), donde había fichado luego de una instancia de divisiones formativas en el Arsenal Zárate de su ciudad natal.
La carrera deportiva era prometedora y había viajado con su club a disputar una gira en Europa con la categoría M19 del CASI, sin embargo, luego del asesinato de Fernando Báez Sosa desde la institución deportiva dieron de baja su afiliación.
Thomsen era estudiante de la Licenciatura en Kinesiología debido a que le interesaba estar vinculado al mundo del deporte y trabajar en el alto rendimiento, además incorporaba trabajos momentáneos en boliches.
Marcial, padre del joven, lamentó que “estaba preparando una carrera bárbara en su equipo de rugby”, y recordó que el asesinato ocurrió en “la última semana de vacaciones” porque “ya tenía que empezar con todas las actividades que hacía". Por su parte, la madre del joven Rosalía Zárate se desempeñaba en la Secretaría de Obras Públicas de Zárate, pero con la exposición del caso tuvo que renunciar a su trabajo.
Crimen de Fernando Báez Sosa: Máximo Thomsen pidió la nulidad del juicio
La defensa del condenado a prisión perpetua, junto a Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi, exigió la nulidad del proceso y pidieron que se realice un nuevo juicio.
El principal planteo que realizaron es que el abogado anterior, Hugo Tomei, no tuvo una defensa eficaz debido a que representaba a los ocho rugbiers y que no representó los intereses individuales de cada representado por querer hacerlo en la totalidad del grupo.
En el informe presentado, aseguraron que no existió premeditación en el accionar del grupo, lo que determinó el agravante de prisión perpetua al homicidio durante el juicio y quien habría tenido el incidente propio con Báez Sosa en el interior del boliche Le Brique no fue él sino Cinalli.