Zulma Delfina Malvar tenía 63 años cuando fue asesinada en su casa el 18 de julio de 2019 en Puerto San Julián, provincia de   Santa Cruz. La autopsia determinó que la estrangularon y antes la golperon. Es un pueblo de poco más de diez mil habitantes. El femicidio generó gran conmoción pero al día de hoy no se sabe quién o quienes son los asesinos.

"Nunca hubo detenidos, ni  procesados. Ella era médica ginecóloga, hacia 25 años que estaba acá en Puerto San Julián", dice a Cronica.com.ar Alejandro Jodar Malvar, 47 años, uno de los tres hijos de la víctima.


Si bien la Justicia no tiene sospechosos, si lo tiene la familia. "Para nosotros un médico que trabajaba acá que vino de Mendoza y que estuvo preso por balear la casa de su ex pareja. Por actitudes posteriores, aprovechó para meterse en la casa cuando estaba la ambulancia del hospital. Sacó fotos del lugar y del cuerpo de mí mamá y las anduvo mostrando por todo el hospital. Y vaya a saber dónde mas", relata el hijo Zulma. 

"En un primer momento la policía apuntó al círculo íntimo o familiar. Porque no tenían nada mas. Surgió de los testimonios que le tenía miedo a ese tipo y que era un violento con ella y otras personas. Esa vía de investigación la estamos sosteniendo desde la querella, o sea nosotros para el juez nada , está ciego", considera Alejandro.

La víctima era una ginecóloga muy querida en el pueblo. 

 "En noviembre del 2019 los investigadores o sea la policía presentó al juzgado un relevamiento y pidió entre varias medidas la extracción de sangre de todos los que habíamos estado en el lugar. El juez lo guardó a ese informe no entendemos por qué, y nos enteramos de eso en junio de 2020. Lo tenía encajonado y cuando ordenó las extracciones de sangre para cotejo de ADN este tipo se había ido de acá, a Carmen de Patagones", continúa.

"Se lo anduvo siguiendo hasta noviembre del año pasado que se le hizo la extracción en Mendoza, en Carmen de Patagones no se presentó. El cotejo de adn dio negativo pero me di cuenta de que el sobre asignado para enviar la muestra hasta acá no era el mismo. Lo manipularon. Así que impugnamos la pericia. Estamos esperando la respuesta del juez", agrega.

La falta de Justicia potencia el dolor por la ausencia: "Mi mamá era excelente, yo me vine a vivir acá un año después para acompañarla porque estaba recién divorciada y con mi hermano que tenía 11. Sus pacientes la adoraban, no sé imagina la pérdida que fue para la comunidad. Tantos años ayudando a traer niños y niñas al mundo"


"La extraño todos los días, es más mí casa está a la vuelta de la de ella dónde ocurrió el crimen. Se hace muy difícil estar acá. Extraño ir a visitarla todos los días a merendar porque en esa época estaba también mí abuela. Y los domingos los almuerzos en su casa", sostiene Alejandro que es el único que sigue viviendo ahí, sus hermanos están en Córoba.

Ante la pregunta si confía en la Justicia responde:  "Ya muy poco y eso que yo soy empleado judicial. Justamente trabajaba en el juzgado que ahora está instruyendo la causa y la investigación. Obviamente que con lo que pasó me tuve que ir de ahi. Desde la Justicia han cometido muchos errores. Lo del informe es grave".

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