En la grabación se ve como la pequeña se escapó de su habitación y comenzó a caminar sola por la clínica mientras su cuerpo producía movimientos errantes y espásticos, como si una fuerza externa se hubiera apoderado de ella.   

El lugar estaba vacío y en la filmación solo se puede ver a la criatura, las imágenes son tan impactantes que generaron conmoción entre el personal de seguridad que observó el registro y el video rápidamente se hizo viral

“Dios mío que a pesar de la niña, los inocentes son blanco del maligno y no se puede dejar solos y más en una clínica que la Virgen santísima la cubra con su santo manto”, comentó una usuaria de Youtube.

¿Qué significa estar poseído?

Según la creencia religiosa, una persona es víctima de una posesión demoníaca, está endemoniada, o simplemente está poseída, cuando un espíritu maligno toma el control de su cuerpo. 

“Los signos exteriores de la posesión son casi siempre los mismos: la individualidad y la esencia propias se desvanecen y surge una distinta, demoníaca, que dura más o menos tiempo, a modo de un ataque contra la persona”, afirma Julio Caro Baroja, un antropólogo, historiador, lingüista y ensayista español.

Este trastorno del comportamiento que se atribuye al apoderamiento del espíritu por uno o más demonios, desde el punto médico se considera un trastorno disociativo de la histeria y se le denomina «endemoniaría» o «demonio manía».

Historia de las posesiones

Las referencias más antiguas de posesiones demoníacas datan de los sumerios, quienes creían que todas las enfermedades del cuerpo y de la mente eran causadas por «demonios de la enfermedad» llamados gid-dim. El sacerdote que practicaba exorcismos se denominaba ashipu, por contraposición a los asu, médicos que aplicaban vendajes.

Muchas tablillas de escritura cuneiforme incluyen plegarias a ciertos dioses pidiendo protección contra los demonios, y otras solicitaban a los dioses que les quitaran a los demonios que invadían sus cuerpos.

Las culturas chamánicas también creían en la posesión demoníaca y los doctores chamanes también efectuaban exorcismos. En estas culturas, los decesos se atribuían a la acción de un demonio sobre el cuerpo del paciente.

En la tradición hebrea, se hace mención a los Dybbuk, un espíritu maligno originado por el alma errante de un muerto, que sería capaz de poseer otras criaturas y seres humanos adhiriéndose al cuerpo para habitarlo.