Por Marcelo Peralta Martínez
@marceloperaltam

Arreglando el techo de su casa, en Hopkinton (Nueva Inglaterra, Estados Unidos) el matrimonio compuesto por Allison Palombo y Chris Mongeau divisó que en el patio trasero del hogar había clavada entre dos árboles una extraña placa.

Tras acercarse y luego de pedir ayuda a especialistas, determinaron que se trataba de un objeto en forma de pentágono con más de 300 años, el cual tenía inscripto el nombre de dos hermanitas que fallecieron en 1736. Con el escalofriante hallazgo el interrogante que surgió es si la tumba de ambas nenas estaba allí abajo y cómo llegó la piedra hasta el lugar.

Primeros detalles

La citada pareja, ambos de 29 años, aprovechó que tuvo un rato libre para arreglar el techo de su casa, y desde esa altura pudo ver que en el jardín había una lápida con la inscripción: "Diadema y Lucrecia, hijas de Thomas y Abigail".

El mármol estaba junto a un árbol, el parque de la propiedad.

Aterrados por el descubrimiento, llamaron de inmediato a especialistas para que realizaran una exhaustiva investigación.

Luego de visitar la vivienda y conocer el mármol, integrantes de la Comisión del Cementerio Histórico de Rhode Island y el Proyecto de Arqueología Pública de Pawtucket decidieron ir hasta la necrópolis de Old Norwich Town Connecticut, ya que comprobaron, gracias a un libro de 1933 de George S. Poreter ("Inscripciones de lápidas en el antiguo cementerio de Norwich Town"), que la piedra estaba anotada en los registros del lugar.

¿Dónde las sepultaron?

La primera versión del caso indica que alguien podría haber robado la lápida para usar como adorno en su jardín y por eso la encontraron muy lejos de su ubicación original. Según un miembro de la citada comisión, Pegee Malcolm, una persona o varias habrían robado la piedra porque les resultó "bonita".

"Sucede que muchas veces, con el paso de tantos años, las lápidas son sustraídas y utilizadas en pasillos, caminos o muros de piedra como piezas de decoración". De esta manera, Malcolm sostiene que los restos de las hermanitas no descansan en Hopkinton, sino que se mantienen enterrados dónde originalmente fueron puestos "junto con el resto de su familia".

Por su parte, Joe Jordan otro integrante del equipo, junto a su colega Jay Waller, se dedicó varios días a limpiar lápidas en Norwich Town con el fin de encontrar la tumba de las menores y corroborar que estas descansaban en el lugar correcto, pero no lo lograron. Eso sí, al inspeccionar el panteón familiar determinaron que allí enterrados podrían estar los cuerpos de las nenas o "cualquier otra cosa".

Sucede que estas estructuras "con el tiempo se derrumban internamente, haciendo que la propia forestación crezca" sin lograr determinar su existencia, indicó el experto. Mientras tanto, la pareja que ya no parece tener miedo, continúa habitando la vieja propiedad aún sin resolver el aterrador misterio.

La lápida hallada tiene una antigüedad de 300 años.

Lazos de familia: un poco de historia

Queriendo o no, las protagonistas de esta impactante historia son Diadema Carew, de 4 años, y su hermana Lucrecia, de 11 meses, quienes fallecieron a causa de difteria, una infección que se produce en las amígdalas y la garganta.

Ambas eran descendientes de Thomas Carew (1701) y Abigail Huntington (1708), quienes les obsequiaron a sus hijas una lápida decorada, realizada por un reconocido artesano del lugar, Obadiah Wheeler. Este decidió completar su obra colocando el nombre del matrimonio y una flor con seis pétalos divididos por seis círculos exactos.

Todo este arte dentro de un círculo principal que abarcaba la misteriosa obra. Por último, empleados del cementerio advirtieron que la tumba de las nenas no fue hallada ni siquiera donde están las sepulturas de la familia.

Por M. P. M

Fuente: nbcmontana.com