Supongamos que usted, amigo lector, sueña con poder viajar a un país que desconoce y le sale la oportunidad. Entonces, seguramente comenzará a leer información, mirar videos y escudriñar todo aquello que le proporcione los elementos básicos para que, una vez que llegue a destino, no lo sorprendan muchas de las cosas que puede llegar a encontrar. Aún así, si usted tuviera la posibilidad de dialogar con alguien que conoce en profundidad ese lugar desconocido, a pesar que nunca haya ido hasta a ese sitio, le proporcionaría información adicional y consejos que, con seguridad, le darán otra motivación y más seguridad al moverse en un contexto desconocido.

¿Para qué sirve este análisis previo? Quizá porque sea la única explicación para entender más las motivaciones que la dirección de la Agencia Aeroespacial de los Estados Unidos, para todos la NASA, habrá encontrado para contratar un sacerdote, así como a otros expertos religiosos de diferentes creencias. ¿Los motivos? Seguramente, amigo lector, imaginamos ya su cara de sorpresa. Sí, porque los contrataron para ayudar a los habitantes de nuestro mundo para comenzar a prepararse ante lo que será el primer contacto extraterrestre. Sí, así como se lee...

Los esfuerzos de la humanidad por averiguar más sobre nuestros orígenes y el espacio exterior, mediante nuevos telescopios, rovers y sondas que ya han llegado hasta más allá del Sol, en la búsqueda de planetas y exoplanetas habitables y al mismo tiempo, contactar con razas extraterrestres más allá de la lo conocido, implica también que ese momento del contacto con alienígenas podría requerir de ciertas preparaciones previas. Por eso la NASA ha contratado a esos especialistas religiosos a que ayudan a los terrestres a prepararse para un evento de semejante envergadura.

En total, además del sacerdote, un total de 24 teólogos se juntaron para pensar un plan para averiguar cómo reaccionarían las diferentes religiones en el mundo a las noticias sobre la existencia de vida extraterrestre. Es más, no contrataron a cualquiera. Entre los convocados aparece el pastor británico, reverendo Doctor Andrew Davison, teólogo de la Universidad de Cambridge que también tiene un doctorado en bioquímica de la Universidad de Oxford.

Sobre la pregunta que muchos se hacen... ¿Por qué ahora? Según explicó en una nota la NASA, se está incorporando expertos ahora dados los avances en los esfuerzos de la humanidad por encontrar vida más allá de lo que se conoce. Los planes de la NASA parecieran haberse acelerados y las nuevas misiones de sondas, incluido el telescopio James Webb, que se lanzó en Nochebuena, podría topar a terrestres con extraterrestres..

Los contratados por la NASA se han instalado en el Centro de Investigación Teológica de la Universidad de Princeton, Nueva Jersey, para abordar entre todos preguntas sobre cómo la vida de otro planeta puede afectar el pensamiento sobre la creación y los dioses, de cara a las creencias preexistentes.

El director del Instituto de Astrobiología de la NASA hasta 2016, Carl Pilcher, dijo que los teólogos fueron contratados para considerar las implicaciones de aplicar herramientas de la ciencia de finales del siglo XX (y principios del XXI) a cuestiones que se habían considerado en las tradiciones religiosas durante cientos o miles de años.

"Eso es simplemente inconcebible cuando hay más de 100 mil millones de estrellas en esta galaxia y más de 100 mil millones de galaxias en el universo", explica Pilcher, y agrega: "Es casi seguro que existe vida en otros planetas. Es inconcebible para casi cualquier persona en este campo que, en la historia del universo, la vida solo haya existido en esta pequeña bola de roca alrededor de una estrella de tamaño mediano en un solo lugar."

Hay que considerar que, en menos de 30 años, los seres humanos caminarán sobre la superficie marciana y antes de terminar el siglo XXI ya se habrán visitado al menos un satélite de Júpiter o Saturno, Pero quizás la predicción más atractiva es que dentro de muy poco los humanos pueden entrar en contacto con una especie de vida inteligente que no habita el sistema solar.

"Es posible que no descubramos vida en 100 años. O tal vez lo descubramos la semana próxima", dijo un experto de la NASA a The Times. Es que, más allá de microbios, el encuentro con vida inteligente puede ocurrir en cualquier momento. Por eso, ir preparando a la humanidad debe concebir un plan ya establecido, porque los tiempos parecen acelerarse. Y quizá, ese encuentro tan esperado, que genera temores pero también mucha adrenalina, bien podría ocurrir en el mismísimo 2022. ¿Cómo lo va imaginando usted, amigo lector? No diga que nunca lo pensó...

Davison, el adelantado

El reverendo Doctor Davison cree que la perspectiva de encontrar una forma de vida fuera de la Tierra es cada vez más pausibles.

En su libro Astrobiología y Doctrina Cristiana (Astrobiology and Christian Doctrine) publicado en 2019, el teólogo y a la vez científico se planteó una serie de preguntas sobre si Dios pudo haber creado vida en otras partes del universo o si podría haber enviado a un salvador a morir por los pecados de especies alienígenas. Una visión mucho más moderna de lo que ha sido la tradicional visión del cristianismo, una de las cuatro más poderosas del planeta.

"Los hallazgos principales son que los seguidores de una variedad de tradiciones religiosas informan que pueden tomar la idea con calma", escribe el doctor Davison en el libro. Y agregó que "las personas no religiosas también parecen sobreestimar los desafíos que enfrentan aquellos que abrazan su fe en las religiones. ¿Qué experimentaría si se enfrentara a pruebas de vida extraterreste?", se plantea sin tapujos.

Entre septiembre de 2016 y junio de 2017, el doctor Davison tuvo su primer paso académico en Princeton, al ser parte del programa The Societal Implications of Astrobiology, que también financió con 1,1 millones de dólares la NASA.

Esto lo ubica al especialista en el tema como uno de los más entendidos para tratar de encauzar un tema por demás delicado, como será, hipotéticamente, el choque de dos civilizaciones que ni siquiera tienen un mismo origen. O quizá si, quien lo podría saber fehacientemente hoy esa disyuntiva.

El pastor británico, reverendo Doctor Andrew Davison.