Por Antonio Las Heras

Lugar único el Cerro Uritorco. Repleto de secretos y misterios, su vigencia sigue intacta. Desde luces en el cielo que sorprenden tanto a moradores como turistas de la cordobesa localidad de Capilla del Monte, en especial desde 1986, más el pasado de los comechingones, la leyenda de Erks, la ciudad espiritual, hasta la versión nunca confirmada de que en alguna de las entrañas de sus grutas se encontrara un objeto sagrado del cristianismo como es el Santo Grial (sea lo que éste realmente fuere), que podría haber sido traído, para mantenerlo a resguardo, sea por los Templarios, con marcada presencia en la zona, o por el grupo de Caballeros de la Mesa Redonda que encabezaba Parsifal. O el bastón de Mando. y la lista sigue...

Aunque muchos son los hechos, el reconocimiento a nivel internacional pasó a kilómetros de allí, en la noche del 8 al 9 de enero de 1986. Una de las laderas del cerro Pajarillo, en la Quebrada de la Luna, amaneció con una extraña, enorme marca, como de haber sido sometida a elevada temperatura. Tenía 122 metros de largo por 64 metros de ancho.

Quienes hemos recorrido el sitio, tenemos plena certeza de lo complejo que es llegar hasta esa altura, desplazarse entre malezas y piedras desprendidas que complican todo, lo que desmiente que se debió a un incendio intencional, con algún combustible. ¡Es tan fácil hacer suposiciones desde un escritorio!

Hubo dos testigos: Gabriel Gómez, entonces de 11 años de edad, y su abuela Esperanza, ya fallecida, quienes vieron desplazarse a un OVNI desde su humilde casa aledaña. Al recorrer esa zona, constatamos dar toda la impresión de que vegetales y rocas fueron afectados por la exposición a una fuente calórica sin emisión de fuego o llamas.

El fenómeno se conoció por el entonces secretario de Prensa y Turismo local, Jorge Suárez, quien luego se dedicó a estudiar el fenómeno. La "huella" se reavivó en agosto de ese mismo 1986, cuando un gran incendio avanzó por todo el faldeo montañoso, la atravesó y, entonces, ¡sorpresa!: en toda su extensión la huella permaneció intacta, como protegida del fuego. ¿Cómo explicarlo?

Lo que estaba dentro de la huella seguía siendo tan combustible como lo exterior. Seis años más tarde, desde la ruta, por entonces sin asfaltar y que pasa a varios kilómetros, la huella era visible con nitidez. Ya no era una marca elipsoidal oscura sino amarillenta, nítida, precisa. Un hecho irrepetible aun hoy en el mundo.

El cerro es uno de los sitios con más eventos paranormales del país.

En setiembre de 1991 hubo otro hecho extraño, pero a unos 20 km. de Capilla, en la estancia El Carrizal. Allí, en un sector de tierra muy arenosa, también casualmente un campesino advierte que el suelo tiene una temperatura tan elevada "que quema la piel y destruye las botas". Un pequeño terreno de unos 12 metros de diámetro, en efecto, tenía un promedio de 340ºCa. Dos vecinos terminaron con quemaduras de tercer grado y tomó estado público. Intervino la Universidad Nacional de Córdoba, pero desapareció tan pronto como Luis Bartolli, jefe de bomberos, hizo vaciar dos camiones de agua para conculcar el peligro.

Al llegar, caminamos sin dificultad ni protección en el sector antes candente, y comprobamos una depresión o cráter, de algunos centímetros de profundidad y que el suelo se componía casi exclusivamente por arena muy fina y seca. Nunca más volvió a suceder. Algunos sostuvieron que fue un fraude intencional; otros, producto del aterrizaje de un VED (vehículo extraterrestre dirigido); que impactó un meteorito y muchas otras cosas. Jamás pudo saberse.

Todos los meses hay noticias de apariciones de OVNIs en la región. Con las nuevas tecnologías se suman curiosas fotos y videos. La gran mayoría exhiben masas amorfas de luz desplazándose en el firmamento. Se reiteran. Hay noticias del siglo XIX, de todo el XX y del actual. Luces que aparecen y desaparecen ante asombrados testigos; muchos quienes jamás antes habían pensado en visitantes cósmicos, dioses voladores o cosas parecidas.

Algunos se constatan fehacientemente. La zona sufre perturbaciones magnéticas frecuentes. Aparecen en los mapas aéreos (se recomienda no sobrevolarla). El Uritorco se conforma principalmente por granito, uranio, mica y cuarzo. Energía pura. Es natural que el cerro emane fluorescencias y que éstas se disuelvan o las absorba la tierra. Pero aún así hay muchos secretos y misterios.

Pero no es sólo eso: como lo demostró nuestro amigo investigador Gustavo Fernández, la famosa "capilla" que da nombre al pueblo tiene todas las características de una iglesia templaria, tanto en su arquitectura como a los simbolismos. Es un edificio del Siglo XX; pero erigido donde se hallaba la original, siguiendo trazados de aquella. ¿Qué hace una iglesia templaria tan próxima al Uritorco donde, precisamente, las leyendas recuerdan que permanece guardado el Santo Grial?. ¿Se relaciona con lo sucedido en 1934 cuando se extrajo un objeto lítico que el investigador Guillermo Terrera, al verlo, décadas más tarde, lo llamó "Bastón de Mando".

Hay quienes afirman que fue Orfelio Ulises (¿un seudónimo?) quien tras un viaje iniciático de 8 años por el Tíbet, accedió a información secreta de grandes lamas que lo llevó a Sudamérica, donde, guiado telepáticamente, hallaría la Piedra de la Sabiduría (la pieza encontrada), tallada, de 1,10 metros de largo, de roca basáltica pulida, negra. Obra única, diferente a todas las encontradas en la región, que sería de la cultura comechingona y serviría en rituales de Alta Magia Blanca.

Entramado con estos temas, nace la historia de Erks, la ciudad espiritual, como Shamballa o Agharta, edificada bajo las profundidades del cerro, cuyas entradas son invisibles para quienes no han transmutado su espíritu dando lugar al Hombre Nuevo ya que tiene todas sus potencialidades espirituales desarrolladas. No todos acuerdan: otros dicen que se trata de un lugar concreto, perceptible. Se basan en el hecho que, desde tiempos anteriores a Colón hay referencias a ruidos que se oyen en el Uritorco, al parecer procedentes de las extrañas de la montaña. Ruidos que, aún hoy, se pueden comparar con los que emitirían grandes maquinarias funcionando. Sobre todo de noche. Científicos "políticamente correctos" admiten la comprobada existencia de tales sonidos, pero explican como acomodamientos del suelo rocoso, producto de la contracción y dilatación por las variaciones de temperatura entre el día y la noche.