Por Marcelo Peralta Martínez
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La ciencia entregó una vez más un estudio revelador en el que describe cómo las ondas detectadas en los anillos de Saturno detallan que este planeta tiene en su núcleo una masa difusa y no sólida, como se creía hasta el momento. Al mismo tiempo, el informe realizado mediante datos recopilados durante 13 años por la nave espacial Cassini, de la NASA, manifiesta que este núcleo podría ser ampliamente mayor a las estimaciones previas, el cual podría abarcar el 60% del diámetro del citado planeta.

Curiosidades y pormenores de un novedoso descubrimiento que podría traer nuevos estudios, hallazgos y hasta consecuencias para los trabajos y prácticas de los expertos. Una vez más, la ciencia en busca de innovadores resultados que puedan brindar detalles de los diferentes planetas.

Informe y detalles

Hace muy pocos días la Nature Astronomy, una revista científica destacada por excelencia, publicó un documento en el que se explica cómo está compuesto el núcleo del sexto planeta del Sistema Solar y marca la diferencia sobre los antiguas investigaciones y creencias, que decían que era sólido, detallando que este es “difuso”.

En detalle, los expertos llegaron a la conclusión que habla de “una masa difusa de hielo, roca y fluidos metálicos”, llamada por los científicos como “difuso”, en tanto, manifiestan que el núcleo de Saturno no está compuesto por roca sólida, como se pensaba hasta hoy.

De esta manera, el autor principal del estudio e investigador postdoctoral en Ciencias Planetarias en el Instituto de Tecnología de California (ITC, de Estados Unidos) Christopher Mankovich sostuvo que los núcleos difusos son como una especie de barro, debido a que “el hidrógeno y el gas helio en el planeta se mezclan gradualmente con más y más hielo y rocas a medida que avanzan hacia el centro del planeta. Esto, ocurre un poco como en las partes de los océanos de la Tierra donde la salinidad aumenta a medida que se llega a niveles cada vez más profundos, creando una configuración estable”.

En tanto, explicó que, a pesar que el temblor de la superficie de Saturno es leve o moderado, los anillos exteriores logran “captar las perturbaciones de la gravedad y las partículas del anillo comienzan a moverse”.

Con este fenómeno, los expertos miden y estudian los diferentes patrones que indican que el interior de Saturno “debe ser estable”, lo que “sólo es posible si la fracción de hielo y roca aumenta gradualmente a medida que avanza hacia el centro del planeta”.

Luego de hablar sobre el estudio de los anillos, con el fin de profundizar en las características del planeta, los resultados del informe ponen en tela de juicio las viejas y actuales teorías sobre la formación de gigantes gaseosos, las cuales sostienen que los núcleos rocosos se forman primero, atrayendo después grandes envolturas de gas.

Ahora, tras el flamante informe se cree que si los núcleos son “difusos”, estos planetas incorporan gas en una etapa más temprana de su proceso de formación, dando así lugar a una serie de nuevas investigaciones y análisis.

Por último, entre las mediciones de las ondas de los anillos se llegó a la conclusión que indica que el núcleo de Saturno además, podría ser de un tamaño mayor el estimado por la ciencia, abarcando hasta un 60% del diámetro del planeta. En conclusión, los estudios abrieron la puerta a nuevas investigaciones para conocer aun más los componentes de nuestro misterio Sistema Solar.

Pruebas: exhaustiva investigación



Parte del equipo que participó del estudio indicó que el hallazgo fue posible tras el análisis del comportamiento de las ondas detectadas en los anillos de Saturno.

Así , para que pueda entenderse fácil, estos movimientos son comparables a los sismos y terremotos de la Tierra, entonces, las oscilaciones en el núcleo de Saturno generan que este se mueva con cierta rapidez mostrándose en los anillos exteriores y permitiendo calificar y determinar las características del interior del planeta.

Por su parte, según explicó el coautor del estudio y profesor asistente de astrofísica teórica en el ITC, Jim Fuller: “Usamos los anillos de Saturno como un sismógrafo gigante para medir las oscilaciones dentro del planeta” y agregó que “es la primera vez que podemos sondear sísmicamente la estructura de un planeta gigante gaseoso y los resultados fueron sorprendentes”.

Por M.P.M