La historia de la monja con superpoderes: hablaba con gente que solo veía ella y fue "tocada" por un auténtico milagro de Dios
María Jesús de Ágreda dedicó su vida a ayudar a los demás. También llamada La Venerable y La Dama de Azul, comenzó a mostrar comportamientos y habilidades bastante extrañas desde temprana edad.
Estremecedor. Una auténtica manifestación de fe, milagros y misticismo. Esta es la historia de María Jesús de Ágreda, una mujer que desde temprana edad se mostró diferente no solo a sus pares, sino a los adultos.
Según cuenta esta leyenda que eriza la piel, la mujer no solo escucha voces y hablaba con gente que ella solo veía, sino que además tenía visiones y llegó a ser "tocada" por lo que creen fue un auténtico milagro de Dios.
¿Quién fue María Jesús de Ágreda?
María Coronel y Arana, quien nació el 2 de abril de 1602 en el municipio y localidad de Ágreda (en la provincia de Soria, en España) y murió allí el 24 de mayo de 1665, era hija de Francisco Coronel y Catalina Arana, y creció en una noble familia que tenía estrechos vínculos con los monjes franciscanos del monasterio de San Julián, ubicado cerca de la ciudad, por lo que a temprana edad se volvió profundamente religiosa.
Ya siendo una niña, comenzó a mostrar comportamientos y habilidades bastante extrañas. No solo era madura y racional para su edad, sino que además se podía ver que tenía una compasión desinteresada por los demás. A medida que crecía, María comenzó a experimentar insólitas situaciones de fe, como por ejemplo visiones poderosas en las que Dios le enseñó la pecaminosidad del mundo.
Por otra parte, como un presagio del destino, su mamá (quien también tenía algunas habilidades especiales) experimentó una fuerte conexión en la que una "voz divina" le ordenó que se rindiera a la iglesia, junto a su familia, despojándose de su plata y bienes personales. Sin objeciones ni miramientos, el clan se entregó a lo que entendieron que se trataba de un mensaje de Dios.
Así, el dinero fue entregado a gente carenciada, mientras que su vivienda se convirtió en un centro religioso. El lugar recibió el nombre de Monasterio Franciscano de la Inmaculada Concepción en Ágreda y así fue como la joven María decidió unirse a las monjas del monasterio, adoptando el nuevo nombre de María Jesús de Ágreda, con el cual sería inmortalizada.
El milagro de María Jesús de Ágreda
Una tarde, la religiosa se arrodilló como siempre durante una oración en la capilla, pero esa vez ocurrió algo sin precedentes. De repente, su cara se puso pálida y segundos más tarde la joven se desmayó. En esos momentos, un mendigo también rezaba allí y fue testigo de los hechos. ¿Qué pasó? El hombre afirmó que cuando María cayó desvanecida al suelo, en ese mismo instante una neblina azul brillante la envolvió, y luego el cuerpo de la monja comenzó a elevarse, tanto hasta lograr hacerlo a una altura que superaba el metro. Luego, con la misma lentitud que subió, comenzó a bajar.
Minutos más tarde, María volvió en sí, pero no sabía qué le había pasado. No solo no recordaba nada del episodio sino que dijo sentirse "alivianada" mientras explicaba que en el lapso mencionado fue llevada por ángeles y Dios a una tierra lejana donde vivían "personas con piel de bronce" que tenían armas primitivas. Tras su relato, el mendigo aseguró que todo lo que vio fue real y detalló los pormenores de la situación que lo tuvo como único testigo.
Por último, tras esta experiencia, sus misteriosas visiones se hicieron más intensas, al punto de padecer "muertes místicas" que la hacían permanecer durante varias horas inmóvil e insensible, para luego alcanzar el éxtasis que iba acompañado por una levitación y otros llamativos poderes.
Tras los hechos, su vida corrió peligro
María sufrió agobio y acoso luego de que trascendieran estos hechos considerados fuera de lo normal. La noticia llegó a conocimiento del Santo Oficio, que abrió una causa contra Sor María de Ágreda, nacida María Coronel Arana. El padre Benavides, quien daba crédito al suceso, aconsejó a la religiosa suavizar sus experiencias ante la temible pesquisa de la Inquisición, presentándolo más bien como un sueño que como una realidad, como algo que fue de boca en boca, pues era sabido cómo se las gastaba el Santo Oficio a la hora de rastrear herejías.
La protagonista de esta historia, Sor María Jesús de Ágreda, es autora de las siguientes obras literarias que perduran en el tiempo como parte de la cultura: Mística Ciudad de Dios, Cartas a Felipe IV (quien tras su mística fama pidió conocerla y se hicieron amigos), Vida de la Virgen, Escala para subir a la perfección, Ejercicio cotidiano, Ejercicios espirituales y Leyes de la esposa. Estos textos revelan sus pensamientos, ideas y forma de expresarse
¿Por qué la llaman La Dama de Azul?
Tras años de santidad y misticismo, María comenzó a ser llamada La Venerable y, más tarde, La Dama de Azul. El franciscano fray Alonso de Benavides cuenta que la vio predicando a los indios, con un vestido azul, atuendo con el cual ella cumplió su sueño de ser misionera.
María tenía el don de la bilocación, fenómeno sobrenatural en el cual una persona estaría en dos lugares al mismo tiempo. La Dama de Azul escribió a sus 20 años: "En una ocasión me parece, di a aquellos indios unos rosarios; yo los tenía conmigo y se los repartí. El modo que más cierto me parece, fue aparecerse un ángel allí en mi figura, y predicarlos, y catequizarlos, y mostrarme acá a mí el Señor lo que pasaba para el efecto de la oración, porque el verme a mí allá los indios fue cierto".