Cuándo nos ponemos a pensar en monstruos de la ciencia ficción, o que transitan el género del terror, varios se nos vienen a la mente, pero la gran pregunta es si realmente todos aquellos que conocemos solo se quedan en la pantalla grande o los guiones fueron inspirados en la realidad. En esta oportunidad hablaremos de Drácula, el vampiro que sigue siendo una gran incógnita y uno de los personajes con más referencia en los filmes terroríficos en sus comienzos. ¿Pero fue el vampiro asesino un personaje inventado por el rubro del entretenimiento? ¿O existió en la vida real y no fue tal cómo se lo conoce?

De la realidad a la ficción

¿Qué pasaría si supieras que Drácula existió en la realidad, pero el cine modificó sustancialmente su apariencia?. Bueno, el vampiro conocido con el nombre de " Drácula" existió, aunque no con la fisonomía en la que estamos acostumbrados a verlo, es decir con el maquillaje blanco. El seductor e inmortal chupasangre fue presentado a la sociedad en 1897, por el escritor Bram Stoker, el novelista que creó el personaje tal como se lo ubica a partir del cine. Drácula comenzó a ser conocido por los elogios sobre la obra cumbre de Stoker, la cual trata fundamentalmente sobre la lucha entre el bien y el mal, que hicieron del personaje un mito muy popular a partir de su publicación, dejando el camino libre para que las ficciones comenzaran a hablar de la temática sobre el vampiro humano.

Luego de la primera creación del monstruo con una dentadura peculiar, el concepto de vampirismo comenzó a tener auge en la ciencia ficción y el cine comenzó a popularizar las características de Drácula, hasta convertirla en un género propio. A lo largo de la historia, el cine contó con varios vampiros famosos, como fue el caso de Nosferatu a comienzos del siglo XX y luego otros condes que fueron protagonizados por Bela Lugosi y Christopher Lee, quizás los más notorios, nombrados y recordados por la pantalla grande.

En la vida real

Los novelistas basaron el famoso papel del Conde Drácula en Vlad III, conocido también como Vlad "El Empalador" (Vlad Tepes en rumano). El hombre fue un sádico personaje histórico, tan real como la vida misma. El Empalador le sirvió como referencia al escritor Bram Stoker para crear el primer vampiro de la literatura. Hace 545 años, más precisamente el 14 de diciembre de 1476, falleció en Transilvania el auténtico Conde Drácula conocido con el nombre de Vlad "El Empalador". El hombre real no era un vampiro como plasma la literatura, aunque las evidencias sobre sus sanguinarios gustos y gestas hacen pensar que se acercaba bastante a monstruos de carne y hueso.

El príncipe de Valaquia, de la zona sur de Rumania, comenzó a hacerse famoso por utilizar la tortura como un pasatiempo, por lo que los ciudadanos le pusieron el sobrenombre de "El Empalador", ya que clavaba a sus enemigos en las estacas. Los historiadores Raymond T. McNally y Radu Florescu, su padre, mencionaron que Vlad Dracul ( de ahí proviene el nombre de Drácula, que en rumano significa demonio) fue un príncipe rumano que perteneció a la Orden del Dragón. Este grupo era una fraternidad secreta de caballeros que tenía como objetivo proteger los intereses del catolicismo, además de luchar contra los turcos. Todos los miembros de la orden llevaban una capa negra sobre una prenda roja en días específicos, por este motivo, stoker que era conocedor del contexto histórico y un buen documentalista, se basó en esta vestimenta para así realizar el atuendo del vampiro de Drácula con esos mismos colores.

El Conde Dracul

Personaje monstruoso

En 1444, el padre de Vlad se vio obligado a entregar a dos de sus tres hijos como rehenes, Vlad Tepes, de 13 años y su hermano Radu, quienes de forma inmediata fueron trasladados a Estambul por generales del imperio otomano. El pequeño Vlad Dracul, cuando volvió a su casa descubrió que su padre había muerto apaleado y que su hermano Mircea, que fue el único que no fue capturado como rehén por lo otomanos, había sido quemado y enterrado vivo. Al ver como había sido aniquilada su familia, el joven Drácula se convirtió en "El Empalador" sembrando el terror sobre el pueblo que traicionó a su familia.

El primer acto que realizó fue invitar a los boyardos a una cena de Pascua, pero como si de un episodio de Juego de Tronos se tratara, el festín acabó en masacre. Aquella cena fue el comienzo de todo: empalamientos, ejecuciones masivas, crueles torturas, entre muchas otras cosas más. Puede ser que el hecho de dormir en un ataúd o beber sangre de sus víctimas no hayan sido acciones que llevaba adelanta Vlad, pero se calcula que entre 1456 y 1462 mandó a ejecutar a más de 60.000 personas, lo que hizo sembrar terror entre cualquiera que conociera sus hazañas.

No existe una versión segura sobre porque Bram Stoker eligió al príncipe rumano del siglo XV como modelo para su personaje ficticio, pero ante esto, muchos historiadores señalan que fue Arminius Vambery, profesor húngaro de la universidad en la que asistió el escritor, el que dio a conocer la historia al escritor haciendo despertar su imaginación sobre este personaje. De lo que sí están seguros los historiadores y lo demuestra la historia, es que Vlad III tenía sed de sangre, aunque es en sentido figurado, mientras que en el caso del conocido vampiro gótico, El escritor provocó que la necesidad de hemoglobina para vivir por la eternidad sea plasma de una forma literal y no de venganza por lo vivido de pequeño.

Interpretaciones de Drácula

Historias de vampiros

Las historias de vampiros eran una parte del folklore rumano, por lo que el autor quizás tuvo acceso a un artículo de Emily Gerard sobre las supersticiones de Transilvania publicado en 1885, y sobre todo como hacen los escritores para ponerle una magia propia, Stoker mezcló mitos y realidad documentada, y esta combinación de ingredientes hicieron que en 1887 naciera el personaje de Drácula que es un importante y conocido monstruo en la actualidad.

De no ser por Stoker, y sobre todo por sus ideas y plasmarse en la realidad, en la actualidad no se conocería la historia de Drácula. A pesar que al pasar los años el personaje fue tomando diferentes características para poder acomodarse a una nueva versión de la ficción, la base de todo continúa siendo la vida de Vlad. En las películas Drácula siempre se lo plasma como sangriento y agresivo ya que sin la sangre no puede sobrevivir, pero hay versiones que tratan de inclinarlo a líneas más románticas en la que buscan mostrarlo más humano por medio del amor.

En la actualidad, todos sabemos qué es un vampiro, cómo se alimenta, qué debilidades tiene y hasta cómo hay que hacer para dejarlo bien muerto, y eso es gracias a la ficción. En la actualidad existe una catarata de películas sobre la vida de Drácula pero ninguna cuenta su esencia de Vlad.

La relación del vampiro con el murciélago 

Los murciélagos y vampiros están relacionados por la literatura y el séptimo arte. Lo cierto es que existen más de mil especies de murciélagos, pero es el conocido como murciélago vampiro, porque es el que genera más curiosidad y fascinación a la personas. ¿La razón de la relación entre los vampiros y los murciélagos?, es debido a que este animal se alimenta básicamente de sangre, con lo cual se asociada al famoso Drácula. De allí que el personaje de Bram Stoker tomara dicha forma cuando quería pasar desapercibido o simplemente irse volando a otro lugar.

La asociación que existe entre murciélagos y vampiros es simplemente un mito, que se fue construyendo a lo largo de los años por la literatura para ir utilizando nuevos tintes a la hora de narrar la vida de Drácula

Sin embargo, no es de extrañar el por qué se ha relacionado a este curioso animal con el famoso Conde Drácula. En primer lugar, destacan sus afilados colmillos y en segundo lugar el hecho de que el mismo puede sobrevivir alimentándose exclusivamente de sangre.

Los famosos colmillos de del conde que están relacionado a los que tienen los murciélagos, son la herramienta principal y necesaria para poder absorber la sangre de su víctima y así continuar viviendo.  Por otra parte, otra de sus características físicas más destacadas son sus largas alas con las cuales pueden envolverse por completo y protegerse de agentes externos, por eso Drácula utiliza una capa larga. Una curiosidad del murciélago vampiro es que éste no solo puede volar, sino también correr y caminar.

Los filmes del conde 

Según los críticos de cine, las 10 mejores películas de Drácula son: Nosferatu (F.W. Murnau, 1922), Drácula (Tod Browning, 1931), Drácula (Terence Fisher, 1958), Drácula, príncipe de las tinieblas (Terence Fisher, 1966), Nosferatu, vampiro de la noche (Werner Herzog, 1979), Drácula de Bram Stoker (Francis Ford Coppola, 1992), Drácula 2000 (Patrick Lussier, 2000), Van Helsing (Stephen Sommers, 2004), Hotel Transilvania (Genndy Tartakovsky, 2012), Drácula, la leyenda jamás contada (Gary Shore, 2014).

El personaje de Drácula es tan llamativo, que hasta existe una película de dibujo animado.