Doctor Antonio Las Heras (*)
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Apesar de lo mucho que ya se ha dicho al respecto, la realidad es que ni los vegetales ni los animales tienen facultades parasicológicas. Reciben, si, influencias de este tipo procedentes del ser humano, que es su poseedor exclusivo en la Tierra.

La persona humana es el único portador del factor parapsicológico de la misma forma que es la única especie conocida dotada de “consciencia”; esto es, conocedor de la finitud de su vida.

Todos elementos propios de la condición humana. Es sencillo demostrar, con hechos y no mediante suposiciones, por qué motivo decimos lo que los animales no están dotados del factor parapsicológico.

Dos puntos son clave:

1. Con los últimos descubrimientos en Zoología sabemos que los animales poseen “idiomas” con los que se comunican entre miembros de una misma especie. ¿Para qué habrían de tenerlos pudiendo comunicarse extrasensorialmente? ¿Se ha podido demostrar, hasta el presente, algún hecho de actividad parapsicológica a nivel zoológico, pudiendo excluir al experimento? Definitivamente, no. Y lo sostenemos: es siempre el experimentador el que entrega “información” al animal. Este, por hiperestesia y no extrasensorialmente, “sabe” lo que está pasando o cual es el mensaje que recibe.

2. Todas las corrientes parapsicológicas aceptan el hecho de que este factor tiene lugar en los estratos inconscientes de la psique y, además, que no es voluntaria sino espontánea. Por ende, hemos leído más de una vez, que siendo los animales, que son seres irracionales e instintivos por excelencia, aunque en los domésticos pueda haberse algún tipo de consciencia, deberían producir con facilidad fenómenos parapsicológicos. Sin embargo esto no sucede. Y está plenamiente comprobado.

También se nos han dicho que los animales “saben” de antemano que su amo esta por morir. Aunque el se encuentre lejos y el animal no lo haya visto en ningún momento enfermo. Ahora bien, nos preguntamos ¿Y cómo sabe que el animal está especialmente triste o manifiesta rara conducta? Porque alguien (una persona como mínimo) lo está observando. Y allí está la explicación al hecho.

Entendemos que el proceso es el siguiente, de acuerdo con estas etapas:

Etapa I: La persona moribunda “solicita” ayuda afectiva por los canales extrasensoriales, ya que los consientes se hallan bloqueado por la enfermedad o son inútiles debido a su momentánea soledad o a la distancia que lo separa de sus seres queridos.

Etapa II: Los seres queridos hacia los que “tendió” por captación extrasensorial el moribundo recién la información. Esta se aloja en el inconsciente. Ya que llego extrasensorialmente.

Etapa III: La información, que ha sido obtenida mediante la acción parapsicológica receptora, se incorpora al contenido del inconsciente personal produciendo en un malestar cuya causa el portador ignora conscientemente. La información no accede a la conciencia. En el caso que esto ocurriera la actitud del perro no llamaría la atención pues estaría respondiendo al estado anímico de quienes estarían con él.

Etapa IV: El nerviosismo, de naturaleza inconsciente, de quien (es) está (n) cerca del animal se contagia a este. Por hiperestesia. El animal comprende la naturaleza “negativa” del nerviosismo y, por ende, actuara anormalmente. Pero, no lo ha hecho a causa que el sea el receptor de la información parapsicológica ni tampoco porque su psique -desde la distancia- haya “visto” extrasensorialmente la situación del amo. No. La razón ha sido esta otra que indicamos. Sabemos que, en el hombre, la falta de afluencia de la información parapsicológica a la conciencia se debe a que la represión situada para frenar accesos del inconsciente también actúa sobre ella.

En los animales esto no ocurre. Por ende deberían ser ampliamente dotados. Por eso no se ve. Aunque lo irracional sea el ende supremo. ¿Alguien ha visto levitar a un animal? ¿Conocemos alguna especie que efectúa psikinésis con los objetos? No. En ningún caso. Siempre se valen de la fuerza muscular. Y de los elementos con que la Naturaleza dotó a sus cuerpos. Ni poseyeran facultades parapsicológicas nada de eso sería de ese modo.

Ni tendrían”lenguajes”, ni utilizarían pinzas, garras y patas para transportar objetos. Con los vegetales ocurre otro tanto. Algunos experimentos han demostrado definitivamente que la potencialidad parapsicológica puede influir sobre el mejor o peor crecimiento de estos. Pero no es que eso vegetales tengan facultades parapsicológicas. Sino que son sensibles a la influencia de dicha potencia.

Yo no soy fábrica de suero, pero si en caso de enfermedad me lo administran, entonces lo incorporo y se produce (o fomenta) la mejoría. En este caso la potencialidad parapsicológica actuaria igual que lo hace un fertilizante. O, en otros casos, cual si se tratara de un herbicida. Todo depende de lo que se desee conseguir.

SIN PREMONICIONES: NO ANTICIPAN SISMOS

Hasta hace poco se creía que, por estas vías, los animales preconizaban terremotos o repentinas variaciones climáticas. Pero no es así. Hoy sabemos certeramente que ello se debe a que los cinco sentidos de los animales son mucho más sensibles que en el hombre.

Permitiendo un espectro de aprovechamiento notablemente mayor. En el ser humano, en cambio, los sentidos van atrofiándose dado que la “necesidad” de uso, en el marco de civilización, es cada vez menor. De igual manera, y como vemos en el tema principal, se ha repetido hasta el cansancio que los animales presienten que su amo esta por fallecer. Aunque el se encuentre lejos y el animal no lo haya visto en ningún momento enfermo.¿Y cómo sabe que el animal está especialmente triste o manifiesta rara conducta? Porque un ser humano lo observa.

(*) Doctor en Psicología Social, filósofo y escritor. Magister en Psicoanálisis. Pte. Asoc. Arg. Parapsicología y de la Asoc. Junguiana Argentina