Por Prof. Antonio Las Heras (*)
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El 12 de abril de 1961, a bordo de la cápsula Vostok I, el cosmonauta soviético Yuri Gagarin se convirtió en el primer humano orbitando la Tierra, iniciando el sendero de los viajes tripulados al espacio exterior.

Este año se cumplieron seis décadas de aquel hito en la Historia de la Humanidad. Fue un viaje brevísimo: sólo 108 minutos. Suficiente para que le permitiera afirmar: "La sensación de ingravidez era algo desconocida en comparación con las condiciones de la Tierra; te sientes como si estuvieras colgado de correas en una posición horizontal, como suspendido".

Y pasó desapercibido el hecho de que, tras regresar de aquel bautismal viaje, el piloto dijo una muy sugerente frase: "Allí arriba, no pude dejar de pensar que ojos vigilantes me acechaban". ¿Qué quiso expresar? ¿Acaso un forma simbólica de avisar, a quienes pudieran entender, que pudo constatar algún tipo de presencia alienígena durante aquella órbita? Nunca se sabrá.

A partir de ese momento, Gagarin se convirtió en una figura de reconocimiento y prestigio mundial. Las autoridades de la Unión Soviética se ocuparon de inmediato en proteger su vida haciéndolo desistir de cualquier nuevo intento de volver al espacio, ni de pilotear aviones o hacer experiencias que pudieran poner en peligro su integridad física.

Ya antes de esa pionera proeza cósmica, era considerado por sus compañeros como el piloto ruso más experimentado y cualificado. Las autoridades soviéticas decidieron mantenerlo alejado de cualquier vuelo, preocupados por perder a su héroe en un accidente y señalaron que era "demasiado querido por la Humanidad como para arriesgar su vida en aras de un vuelo espacial ordinario".

Pese a ello, cuando faltaba poco para cumplir el séptimo aniversario de aquella proeza espacial, Gagarin murió mientras tripulaba un avión de guerra. Algo le ocurrió al ruso más experimentado o bien hubo un percance en el aparato mismo ¡y el avión se estrelló! Un enigma jamás develado.

La falta de precisiones sobre su muerte

En abril de 2011 fueron desclasificados los documentos de una comisión de 1968 creada por el Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética para investigar el accidente. Concluían que Gagarin o Seryogin habían maniobrado bruscamente, fuera para evitar un globo meteorológico o para evitar la "entrada en el límite superior de la primera capa de nubes, lo que llevó al avión a un régimen de vuelo supercrítico y a su inmersión en condiciones meteorológicas complejas". Todo potencial, nada esclarecedor.

"Nadie sabe lo que realmente sucedió excepto nosotros", dijo el coronel retirado de la Fuerza Aérea Soviética Igor Kuznetsov al periódico británico Daily Telegraph. Y agregó: "Nos enfrentamos a un muro de secreto diseñado para evitar que encontráramos algo".

Por raro que pueda parecer, Kuznetsov, que había participado en la investigación original, murió en un accidente automovilístico, ocurrido en Moscú, pocas semanas después de hacer esas declaraciones. Ha de ser mera coincidencia, ¿cierto?

Hay que recordar que una de las versiones oficiales señalaba: "Durante un vuelo de prueba, la tripulación del MiG-15UTI, conformada por Gagarin y el experimentado instructor Vladímir Sirioguin, a unos 200 kilómetros al este de Moscú, trató de esquivar un objeto desconocido mediante una maniobra que provocó una barrena de cola y la posterior colisión con el suelo."

Usar la expresión "un objeto desconocido" provocó cierta conmoción y, de inmediato, llevó a que algunos pensaran que se tratara de un OVNI. Otros comentaron que debía tratarse de un globo aerostático de investigación meteorológica. Como sea, poco después el Kremlin declaró que todo lo relacionado con OVNIs era materia secreta. ¿Otra mera coincidencia?

Aquel dudoso y fatal accidente aéreo

La muerte del notable astronauta fue así. Eran las 10-19, hora de Moscú, del 27 de marzo de 1968. El caza Mig-15, llevando al héroe nacional ruso Yuri Gagarin, contaba tambien con el coronel Vladimir Seriogui. La máquina despegó de la base Chkalovkoye, cercana a la capital rusa. Exactamente doce minutos después, el aparato se estrelló. Las causas nunca fueron establecidas. Gagarin había cumpliado 34 años unos días antes: el 9 de marzo.

La investigación oficial del Gobierno Soviético concluyó que todos los sistemas de a bordo funcionaron perfectamente durante el vuelo. A su vez aclararon que la destrucción del avión se produjo al impactar con el suelo, no habiéndose hallado inicios de que se hubiera podido producir a bordo ni indencio ni explosión.

El informe oficial apunta a una serie de causas para concluir con una explicación que suena, como mínimo, inaudita tratándose de tan avezados aviadores. Dice que "pudo ser que los pilotos confundieran los contornos de alguna nube con algún obstáculo imprevisto". Gasta el más desprevenido habrá de preguntrarse: ¿Qué ocultaban los misteriosos soviéticos?

El funeral de  Yuri Gagarin.

(*) Doctor en Psicología Social, fi lósofo y escritor. Magister en Psicoanálisis. Pte. Asoc. Arg. Parapsicología y de la Asoc. Junguiana Argentina.