La India es un país de enormes contrastes. Es que en su vasto territorio conviven más de 1400 millones de personas, de las cuales aproximadamente 400 millones es extremadamente pobre. Aún así es una de las naciones más importantes del Asia, junto a la Federación Rusa y a China, y que también desarrolla alta tecnología, industria pesada y un montón de cuestiones más que la hacen una nación de claroscuros. Como con sus antiquísimas tradiciones, sus innumerables obras arquitectónicas, su cultura milenaria, que representan un ida y vuelta en el tiempo.

Por eso mismo, las polémicas en una sociedad de características complejas suelen generarse recurrentemente. Algo de eso sucedió años atrás, cuando por dos veces el Tribunal Supremo de la India decidió, en medio de enormes revuelos sociales, realizar un conteo de todos los objetos en el interior del misterioso templo de Sree Padmanabhaswamy, una de las joyas arquitectónicas del país. Aun así, la familia real impidió la apertura de una de las cámaras. ¿Por qué? ¿Acaso hay allí dentro un secreto que la humanidad no debe -o no está preparada- para conocer aún? ¿O se encierra una fortuna que permitiría aliviar cualquier problema de una economía compleja? Lo concreto es que esa puerta del histórico templo hindú ubicado en la región de Kerala posee un enorme enigma, aún no develado.

La enigmática puerta que lleva a la extraña cámara.

Una historia que comenzó muchos años atrás

Aunque no está claro cuándo se construyó, las primeras referencias al templo sagrado se hallan en la literatura tamil del siglo VI. Algunos conocidos estudiosos, como el difunto doctor Ravi Varma de Travancore, han expresado la opinión de que este templo fue establecido en el primer día de Kali Yuga (hace más de 5000 años). El edificio tiene referencias en las epopeyas y los Puranas. Srimad Bhagavata dice que Balarama visitó este templo. Nammalwar, poeta del siglo 9 y uno de los 12 santos vaishnavite de la tradición Alvar, ha compuesto 10 himnos en honor al Señor Padmanabha. Los acontecimientos posteriores han sido mejor registrados, por lo que se sabe que el edificio fue renovado por la familia real durante el siglo XVIII.

Los tesoros hallados en el templo hindú más rico del mundo, dedicado al dios Visnú, ha sido motivo de veneración, pero también de admiración durante siglos, pero desde que en 2014 el Tribunal Supremo de la India decidió abrir sus seis cámaras y las bóvedas secretas del santuario para auditar todos los objetos de su interior, las discusiones no se han acallado. Es que dentro de cinco de ellas se localizaron bienes por valor de 22.000 millones de dólares, y eso que falta una cámara secreta por descifrar, quizá la más enigmática (¿y rica?).

Oro por doquier y de formas increíbles

Entre los elementos encontrados y que unos pocos pudieron ver, sorprende la variedad de gran valor. Oro por doquier y con formas increíbles, grandes esmeraldas enormes de la medida de un huevo de avestruz, estatuas doradas, coronas, collares, ollas, monedas y hasta cocos de oro macizo rellenos de rubíes, joyería veneciana, monedas napoleónicas, cinturones de diamantes y zafiros, barriles de arroz dorado son los tesoros que se afirma, han sido ubicados en las cinco puertas o cámaras del Sree Padmanabhaswamy. Sin embargo, por pedido real, pero también por un peligro inevitable que deberían intentar sortear aquellos que, si se guían por las leyendas que subyacen el templo, se atrevan a abrir la misteriosa cámara con puerta que parece ser de acero y protegida por dos cobras gigantes. Y eso que el abogado Ananda Padmanabhan, principal impulsor del registro, acusó a la familia real de Travancore, expropietaria del edificio, de haberse llevado con anterioridad gran parte del tesoro.

La batalla legal 

Tras la independencia, la India nacionalizó la riqueza de los maharajás. "La familia real cree que es su propiedad privada, pero en 1972 el gobierno revocó su poder. Tan solo hubo una excepción, pero el último murió en 1991. Así que nadie tiene derecho alguno a reclamar Padmanabhaswamy", indicó tiempo atrás el abogado Padmanabhan. Aún así, el Tribunal tomó en cuenta las preocupaciones de la realeza y no consintió abrir la llamada bóveda B por temor a "la ira del dios".

Por sus enormes riquezas y por las dudas sobre lo que podría haber en la cámara que lleva a la bóveda B, el templo es uno de los sitios más custodiados del país. Y pese a que se ubica en una zona apartada de los principales centros turísticos de la India, el templo atrae a millones de visitantes cada año. Y más allá de su notable arquitectura, es el interior de la puerta sellada lo que más atrapa. A diferencia de lo que se halló en las otras cámaras, esta puerta no posee ningún mecanismo de cerradura, manija o llave visible para poder abrirla. Está visto que si se siguen los preceptos de lo que dicta la leyenda, solo un erudito experto en los cantos del mantra hindú podría obtener el acceso tan codiciado.

La maldita puerta

Aunque en 2016, y por segunda vez, un grupo de expertos solicitó a la corte suprema india un nuevo permiso para entrar, otra vez chocaron con los mismos impedimentos. En parte, también, porque existe la leyenda que habla de que, si se llegase a abrir con tecnología moderna la sexta cámara, no solo se desatará una tragedia personal para quien lo haga, sino que un gran desastre natural afectará a la India y al mundo entero. Y que, por eso mismo, se cita que quienes en la década de 1930 que quienes intentaron abrirla chocaron con un lugar plagado de cobras, que "custodian" el sagrado sitio.

En realidad, ya se ha desatado un enorme debate por el oro hallado en las otras cámaras, generó una eterna discusión que no se zanjó ni aun con la ayuda que palió tanta pobreza al vender muchísimo del metal encontrado, mientras el gobierno de entonces decidió no dar demasiadas explicaciones a lo que hizo con el resto. Pero esa ya es una historia actual, que nada empaña la sagrada cámara, que sigue intacta.

El milenario palacio hindú que tenía varias cámaras cerradas, de las cuales cinco fueron abiertas.