Por Marcelo Peralta Martínez
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El mal acecha. Desde siempre. En todas su formas posibles. Mientras, constantemente se las ingenia para imprimir horror y oscuridad en el mundo. Ahora, desde el inicio de la pandemia del coronavirus fueron cientos los expertos en exorcismo que a nivel mundial denunciaron que la gente sufre y manifiesta haber sido cautivada por el demonio a través de un mensaje en el celular.

Sucede que antes que el virus del Covid-19 se apodere del planeta, los casos de exorcismo se daban anualmente con baja regularidad, pero desde que empezó el encierro por la cuarentena el cultivo de las almas en pena latente creció, acompañado por la desolación ante el confinamiento, y así las fuerzas del mal recurrieron a la tecnología.

En esta época los casos denunciados aumentaron notoriamente, y lo que antes era un episodio aislado, ahora es un mal de rutina. Así, se cree que en la actualidad el demonio ataca mediante mensajes de Whatsapp o texto, y su daño alcanza a muchas personas que caen en las garras del mal. ¿Puede alguien ser endemoniado por celular? ¿Te llegó alguno de estos mensajes? Detalles del caso y una historia en primera persona.

Víctima

Estas nuevas prácticas de exorcismo fueron reveladas públicamente por monseñor Stephen Rossetti, un sacerdote católico de 70 años quien trabaja en la ciudad de Washington, en Estados Unidos y  según declaró durante una entrevista exclusiva con el New York Post: “Hace pocos días atendí a una joven endemoniada, víctima de Satanás, quien operaba en ella como consecuencia de una serie de mensajes de textos sarcásticos que este le enviaba a su padre. Los mensajes de texto eran una típica perorata demoníaca: ‘Ella nos pertenece’, recordó Rossetti para luego indicar que se sumó a este caso después que la chica sufriera una “quemadura” en su espalda, con la forma de “una cruz invertida”.

De esta manera, durante las primeras investigaciones, la justicia interviniente pudo comprobar que los citados mensajes del mal eran enviados por el número de teléfono de la madre de la joven, y ex esposa del hombre, pero no así escritos o redactores por ella, quien “jamás haría una cosa así,  ni jugando” confesó a la policía local. La evidencia tecnológica detalla que los textos no fueron enviados por la mujer, sino por “una fuerza superior”.

Así las cosas, fue el propio Rossetti quien se hizo cargo del exorcismo y llevó adelante una serie de sesiones maratónicas, hasta que casi 6 meses después de la primera intervención, logró sacar al demonio del cuerpo de su víctima y así lo expresó: “Afortunadamente, esta mujer ha sido recientemente liberada por el poder de Cristo. Fue una pelea fea y no quiero volver a pasar por ella”. Por último, el reconocido exorcista advirtió que “la actividad diabólica aumentó considerablemente” y que “las posesiones demoníacas mediante mensajes de texto son una realidad que ya padecieron miles de personas”.

EXPERTO
OTROS DETALLES DEL EXORCISTA YANQUI


En sus años de experiencia, Stephen Rossetti, quien además es psicólogo y profesor de investigación en la Universidad Católica de América, vivió decenas de aterradoras situaciones que no solo lo nutrieron en su labor, sino además lo inspiraron para escribir el libro “Diario de un exorcista estadounidense”.

Explica que “las TV que se prenden solos, sillas y mesas moviéndose, puertas golpeándose, perros aullando, gatos negros que aparecen y desaparecen”, y agrega que fue testigo de “gente poseída que se expresaba en arameo, otros en sumerio y también en acadio, lenguas extinguidas hace siglos, las cuales nunca podrían haber estudiado o aprendido”. En esta línea, Rossetti recordó que durante sus prácticas de exorcización: “Suceden cosas asombrosas que no son humanamente posibles”.