¿Cuáles son los 10 tangos que hablan de fantasmas?
Esta semana en Crónica Paranormal, Marco Bustamante nos trae una historia con un enfoque musical. Este género rioplatense narra cientos de historias en sus letras y en este caso, vamos a buscar su aspecto misterioso.
Esta semana en Crónica Paranormal, Marco Bustamante nos lleva al mundo de la música, más precisamente al tango, para encontrar 10 canciones de este sensual género porteño, que narran la historia o mencionan fantasmas.
Esta música, tan porteña como el café, suele contar cuentos de amor, rupturas, encuentros y tristezas entre otras cosas. Sin embargo, en esta oportunidad vamos a girar hacia otro aspecto no tan comentado en este tipo de letras: lo paranormal. Como no podía ser de otra manera en esta sección, estos son los diez tango que hablan de fantasmas:
Murmuyos (Froilán Aguilar)
“Cuando el ombú de la existencia sacude el viento del recuerdo, se llena el alma de "murmuyos" que cuentan cosas del tiempo viejo”.
Cruz de palo (Guillermo Barbieri)
“Dicen los más viejos, haciéndose cruces, que al pasar de noche por ese lugar oyen que se quejan los ñacurutuces de un modo tan fiero que hasta hace temblar... Y en las noches malas, cuando enrieda el viento su vago lamento en el saucedal, por la cruz de palo una luz camina, que corre y que vuela por el pastizal”.
El Fantasma de La Boca (Pablo Osvaldo Valle)
“En las casitas de lata de la calle de Pinzón apareció tu figura de guapo y de compadrón.
A la gente espantabas con tu mirada tan fiera y ahora, ¡quién diría!... ¡ni la fachada te quedan!”.
El fantasma de Belgrano (Alejandro Dolina)
“Era un fantasma que rodaba por Belgrano por esas calles de contramano... y que paseaba sus cadenas de glicina cruzando un virrey en cada esquina. Tocaba tangos con las ramas de Zabala, bailaba valses en las barrancas y se robaba las neblinas del otoño para ponerlas de alfombra en su bulín”.
Farol de los gauchos (Eduardo Pereyra)
“Cuentan que allá por las sierras, A eso del anochecer, se oye gemir un dijunto. ¡jesús, maría y josé! Campiando un cariño Por las sierras va El alma de un gaucho Por la escuridá”.
Hopa Hopa Hopa (Roberto Fugazot)
“Cuasi anochecido, cerquita 'e mi rancho, cuando con mis penas conversaba a solas,
sentí aquel ruidaje como de pezuñas y el grito campero de "¡Hopa!...¡Hopa!... ¡Hopa!..." Salí; y en lo escuro vide a uno de poncho llevando a los tientos, lazo y boleadoras, que al tranco espacioso de un matungo zaino arreaba animales que parecían sombras”.
Olvidao (Guillermo Barbieri)
“Al principio fue todo promesas... La viuda lloraba, sin duda demás; Pero al fin se le fue la tristeza y a su pobre gaucho no lo fue a ver más. ¡Con razón que en las noches 'e tormenta se escucha patente, la voz del finao, que la llama diciendo: ¡Lucinda, estoy muy solito, llegate a mi lao!”.
Soledad (Carlos Gardel)
“En la doliente sombra de mi cuarto, al esperar sus pasos que quizás no volverán,
a veces me parece que ellos detienen su andar sin atreverse luego a entrar. Pero no hay nadie y ella no viene, es un fantasma que crea mi ilusión. Y que al desvanecerse va dejando su visión, cenizas en mi corazón”.
Tal vez será su voz (Lucio Demare)
“¿Quién pena en el violín? ¿Qué voz sentimental cansada de sufrir se ha puesto a sollozar así? Tal vez será el rumor de aquella que una vez de pronto se durmió. ¡Tal vez será su voz, tal vez! Su voz no puede ser, su voz ya se apagó”.
Visión (Jaime de los Hoyos)
“Si viera, viejita, que sueño he tenido, soñé que volvía de nuevo al hogar... Más linda que antes, más buena que nunca, y al verme tan solo, se puso a llorar... Vestida de blanco, igual que una imagen, sus manos en ruego pidiendo perdón, de pronto acercose, juntito a mi cama y un beso en la frente, viejita, ¡me dio!...”.