Conocido por estudiar chamanes: el misterio sobre la desaparición de Jacobo Gringberg
INVESTIGACIONES. Vida y obra del neurólogo mexicano que cambió su visión tras estudiar en profundidad a los chamanes.
Por Dr. Antonio Las Heras (*)
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Fue un 8 de diciembre de 1994. Faltaban sólo 4 días para su cumpleaños 48, cuando el neurólogo y psicólogo mexicano Jacobo Grinberg (en realidad, Jacobo Grinberg-Zylberbaum), desapareció para siempre. Todas las investigaciones que se hicieron en busca de su paradero o bien de una respuesta sobre qué había sucedido con él, quedaron sin respuesta. No se trataba de una persona común. Todo lo contrario.
Reconocido investigador sobre chamanismo, los estados alterados de conciencia, la Parapsicología (sobre todo la telepatía) las disciplinas orientales y la meditación, todos los abordaba con amplio criterio mental, pero siempre ceñido al método científico.
Sobre estos temas escribió 54 libros: La experiencia interna (1975), El despertar de la conciencia (1978), La luz angelmática (1983), La expansión del presente (1988), y Los chamanes de México V: El cerebro y los chamanes (1989), son varios de los títulos.
Grinberg (usaba sólo ese apellido) se valió del método científico para efectuar sus estudios sobre chamanismo e investigó en directo durante 1988 a la curadora mexicana "Pachita" (ver recuadro), en la búsqueda de respuestas racionales para desentrañar qué ocurren lo que popularmente se llama "mundo mágico".
Durante esa labor advirtió que la consciencia es mucho más de lo que la Ciencia académica define, hasta señalar que el sólo hecho de estar totalmente convencida la persona de algo, eso ya permite que el hecho ocurraà ¡o que una materialización tenga lugar! Buscó explicar con esa idea la manera en que Pachita podía "materializar" un órgano humano de la nada y utilizarlo para un trasplante sin necesidad de la metodología de la Medicina y, además, sin peligro de infecciones.
Dedujo Grinberg que para producir esos fenómenos, Pachita debía tener lugar la manifestación parapsicológica conocida como psikinesis (La acción del factor parapsicológico sobre acontecimientos externos. Lo usualmente llamado "materialización", que ya se conocía a fines del siglo XIX en sesiones mediúmnicas. Obviamente, el mundo conservador de la comunidad científica, lo críticó, empero, no hicieron mella alguna a su decisión de continuar trabajando con todo empeño en sus indagaciones.
Otro de sus estudios clave consistió en el registro electroencefalográfico de las ondas cerebrales de un chamán originario de Veracruz, mientras éste se hallaba en estado de meditación profunda. Sus hallazgos se presentaron con éxito en un congreso internacional de Nueorología, en Alemania.
Más tarde inició con la investigación sobre la Teoría Sintérgica, en la que buscó demostrar que la realidad por todos conocida no es otra cosa que un verdadero "holograma" , en concreto, una construcción mental colectiva, en la cual cada humano está capacitado para convertirse en un participante activo y, por eso, con posibilidades concretas para hacer modificaciones en el contínuo del tiempo y espacio.
Así, aquella persona que contara con un campo neuronal de alta sinergia, se hallaría en condiciones de modificar a voluntad el "holograma" concretando acontecimientos que, con las leyes hoy conocidas por la Ciencia, serían imposibles.
Asimismo, este científico ya menciona el tema de lo cuántico en la explicación de su hipótesis. Lo expresa así: "La teoría sintérgica afirma que dentro del procesamiento que el cerebro hace para construir la realidad perceptual, uno de los últimos procesos es la construcción del campo neuronal que también es una matriz. Dependiendo de las características del campo neuronal, su sintergia, será el nivel de interacción congruente con el campo cuántico...".
A partir de allí, al indagar en fenómenos que acontecen durante las prácticas de meditación, Grinberg buscó demostrar que era posible que cualquier humano podía dominar el "holograma" entendiendo su funcionamiento y, así, "despertar" a una nueva percepción que habría de permitirle alcanzar la "verdadera realidad." Un tema que, desde tiempos antiguos, ha sido de vital interés por diferentes personalidades: poder disolver los engaños de la percepción normal para abrirnos a una comprensión trascendente. Lo que sería equivalente al desarrollo pleno de la espiritualidad.
En 1994 desapareció. Se tejieron todo tipo de rumores y sospechas. Las investigaciones no dieron resultado alguno, lo que incrementó las hipótesis conspirativas. Lo concreto es que no hay ningún registro de que el doctor Jacobo Grinberg hubiera viajado fuera de México, ni tampoco que permaneciera en algún sitio de ese país. Literalmente se esfumó.
GRANDES REVELACIONES: SU ESPECIAL MIRADA SOBRE LA CHAMANA “PANCHITA
Grinberg se valió del método científico para sus estudios sobre chamanismo: Investigó in situ en 1988 a la célebre curadora “Pachita” (Bárbara Guerrero), buscando respuestas racionales para desentrañar qué ocurre, realmente, en lo que se llama “mundo mágico”.
Y concluyó que la habilidad de Pachita para producir sus sorprendentes curaciones inmediatas, similares a las de los llamados “curadores filipinos” tan en boga por entonces, era el resultado de dos diferentes realidades: la presencia de un campo neuronal que rodea nuestros cerebros y la de una red espacio-temporal, que entrañaría un entramado tal que hasta pondría en dudas algunas leyes de Einstein.
A esto lo denominó “teoría sintérgica”, con la cual consideraba que se habría de cambiar la forma en la que los humanos entendemos la realidad total, dando a conocer así una nueva concepción de cómo funciona el Universo.
Entiendo que la idea de este audaz científico nos volvía a aproximar a ciertas concepciones cósmicas habituales en las más antiguas escuelas iniciáticas como Eleusis en Grecia o Sais en Egipto, donde se entendía que cada ser viviente, y en especial cada humano, tiene un rol y función específico en el cosmos y que existe un contínuo entrelazamiento entre la persona y la totalidad universal.
Gringberg escribió: “Hace años tuve la suerte de conocer a Pachita; recibir sus enseñanzas, compartir su labor y acompañarla en sus exploraciones. Era extraordinaria: modificó mi percepción de la realidad y me puso en contacto directo con un mundo lleno de magia y poder. Fui testigo de hechos asombrosos y me obligué a escribir sobre ellos con la mayor exactitud posible. Era capaz de hacer verdaderos milagros, modificaba el espacio-tiempo y la materia, podía materializar objetos, transplantar órganos, diagnosticar males y curar a cientos de enfermos que acudían a por ayuda”
(*) Doctor en Psicología Social, filósofo y escritor. Magister en Psicoanálisis. Pte. Asoc. Arg. Parapsicología y de la Asoc. Junguiana Argentina