¡Atrapante! La ciudad de los misterios
ELEUSIS. Un detallado recorrido de este enigmático sitio de la Grecia Antigua.
Por Prof. Antonio Las Heras (*)
[email protected]
Situada aproximadamente a 18 Kilómetros al noroeste del centro de Atenas, la bella capital de la Grecia actual, al dirigirse por estos tiempos a visitar la ciudad arqueológica de Eleusis implica un cómodo y breve trayecto que puede hacerse tanto en auto como en ómnibus que promocionan esta zona turística. Es que allí nació uno de los tres trágicos griegos: Esquilo (525 a. J.) Era una población agrícola productora de trigo y cebada. Y allí existió lo que se ha llamado la Ciudad de los Misterios.
La visita
Alcanza comenzar a recorrer lo que aún está en pié de las milenarias edificaciones de Eleusis para comprender en su real dimensión que no se trata de una ciudad cualquiera. Intersticios entre los enormes bloques pétreos del piso advierten que, debajo, hay salas y galerías. Estructuras, igualmente de roca, cilíndricas, enclavadas en el suelo, conforman la parte visible de sistemas de aireación para quienes, en aquellos lejanos tiempos, habitaron el subsuelo eleusino. Sectores donde oficiaban ceremonias sacerdotes y sacerdotisas, en las que además tuvieron lugar los rituales de iniciación los aún famosos “misterios”, de los que nos ocupamos en el recuadro.
Un sitio célebre
Entre esas edificaciones se encontraba el denominado Plutonion, la gruta que permitía el ingreso al mundo de los muertos. Muy cerca de allí estuvo sentada descansando Demeter. Justamente Platón, iniciado en los misterios de Eleusis, se refiere a esto en el Fedón; expresa “nuestros misterios tenían un significado muy real: aquél que fuese purificado e iniciado viviría junto a los dioses”.
Nada más y nada menos. Plutarco, otro iniciado eleusino, escribe que “a causa de estas devotas y sagradas promesas dadas en los misterios [...] nos adherimos firmemente a la verdad incuestionable de que nuestra alma es incorruptible e inmortal” Toda una definición de este notable historiador, biógrafo y filósofo moralista griego, entre cuyas notales obras aparecen Vidas Paralelas y Moralia.
El santuario
En Eleusis estuvo el singular santuario dedicado a la diosa Démeter así como a su hija, Perséfone; habiendo adquirido superlativa importancia por tratarse de uno de los más importantes y difundidos cultos de la Antigua Grecia lo que continuó durante el Imperio Romano extendiéndose a todos sus dominios.
Pausanias afirma que el nombre de Eleusis proviene de ese Héroe hijo de Hermes Trismegisto (Thot egipcio) y de la oceánide Daira u Ogiges. Triptólemo, hijo de Eleusis, habría sido el fundador de los “misterios eleusinos”; esto es en convertir al santuario en una “escuela de sabiduría.” Se trata de un culto agrario, de fertilidad y, por ello, practicado principalmente a mujeres; con ceremonias especiales en los equinoccios de primavera y otoño. Así lo confirma una de las versiones del mito de Teresias, aquel anciano que revela a Edipo, el rey tebano, secretos que ignoraba.
Pues bien, siendo joven Tiresias pide a las sacerdotisas autorización para participar en la ceremonia de fertilidad correspondiente al equinoccio de primavera (entiéndase bien, aquel que se inicial el 21 de marzo de cada año, en le hemisferio norte.) Ellas acceden no sin advertirle que le serán vendados los ojos, puesto que en caso de tomar contacto visual con alguna de las practicantes de la ceremonia, será degollado de inmediato. Tiresias accede. Pero, en medio del ritual a causa de sus movimientos corporales, pierde la venda enfrentándose las miradas.
El paso siguiente sería su muerte. Tiresias pide ayuda a los dioses. Que le responden que existe una sola manera de evitar la muerte: es que la divinidad lo convierta en mujer; puesto que cualquier mujer puede mirar a las sacerdotisas. El joven acepta y, por años, convertido en mujer participa en todos los misterios eleusinos. Desarrolla, por esto, sus capacidades extrasensoriales que lo convierten en adivino. Un buen día advierte que necesita regresar a su condición original, de varón sin que ello le implique la muerte inmediata.
Una vez más pide ayuda a los dioses quienes le indican que lo devolverán a su condición original pero privado de la vista, de manera que sus ojos no puedan identificar a los practicantes de los misterios. Tiresias acepta. Es el ciego −dotado del don de adivinación− que devela a Edipo el enigma que ni los videntes del reino de Tebas desconocían.
Estas ceremonias iniciáticas imprescindibles para ingresar al ámbito espiritual que comunica de manera armónica con la trascendencia cósmica habrían comenzado en el 1500 A. J. y continuado sin interrupciones al menos durante dos milenios. Conviene recordar que los primeros asentamientos en esta zona del sudeste europeo datan del 2000 A. J.
ORIGEN ETIMOLÓGICO
LAS RAZONES DE LA INICIACIÓN
Esos sectores de la mítica ciudad de Eleusis era donde se oficiaban las ceremonias que encabezaban sacerdotes y sacerdotisas, en las que además tuvieron lugar los rituales de iniciación los aún famosos “misterios”.
Con respecto a estos, cabe muy bien señalar que el término que proviene del latín mysterium, que lo tomó del griego (mystérion), es un derivado de la palabra, el que, precisamente, significa “iniciación.”
Así, dicha iniciación era un proceso por el cual el profano, o sea aquel que se encontraba a las puertas del templo, realizaba un determinado “trabajo”, cuyas características específicas se han mantenido en estricto secreto, que lo lleva a una transformación de personalidad; una real transmutación. Algo que engrandece aún más los enigmas o, mejor dicho, sus misterios.
(*) Doctor en Psicología Social, fi lósofo y escritor. Magister en Psicoanálisis. Pte. Asoc. Arg. Parapsicología y de la Asoc. Junguiana Argentina.