¡Atrapante! "Fassman", el hipnotizador
HISTORIAS. La enigmatica vida del primer mentalista español.
Por Carlos Parodi (*)
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A mediados de la década de 1970, en Barcelona, la ciudad Condal y capital de Cataluña, un refinado y taciturno caballero de poco más de 60 años de edad, siempre impecablemente vestido, llamado el Profesor Fassman, brindaba en su antiguo departamento conferencias nocturnas sobre técnicas de hipnosis, precognición y sucesos parapsicológicos ante un important número de sus expectantes alumnos.
Este particular personaje había sido bautizado en 1909 con el nombre de Josep Mir Rocafort y a sus 10 años de edad ya había sido apodado como el “Bruixot” (brujo en catalán) en virtud de que poseía la facultad de predecir el día de fallecimiento de los habitantes de su pueblo.
De hecho, un dato no menor para sus vecinos más cercanos que en no pocas oportunidad es lo saludaban de lejosà Apasionado lector, el pequeño Josep se refugiaba bajo el silencio de un molino abandonado y se entregaba a la lectura de libros sobre Magnetismo, Espiritualismo, Esoterismo y Telepatía, entre otros temas considerados “prohibidos” para cualquier institución educativa de aquellos tiempos.
Hipnótica “Belle Epoque”
Dueño de una personalidad proactiva, con tan sólo 18 años de edad, ya siempre luciendo con su impecable smoking negro, y bajo el período conocido como la Belle Epoque, se instaló en París, donde se especializó en temas parapsicológicos en el prestigioso “Instituto Metafísico Internacional”.
Fue entonces que comenzó a utilizar el nombre que lo identificaría para toda su existencia: Profesor Fassman. Su fascinación por el Hipnotismo lo llevó a recorrer distintos lugares de Europa donde se practicaban estas técnicas y más de una vez se decepcionó al comprobar los vulgares recursos a los que apelaban los falsos hipnotizadores.
En los teatros, durante sus actos de hipnotismo, siempre vestía de riguroso negro y adivinaba la fecha de nacimiento de algunos concurrentes pero, para no generar terror entre los mismos, nunca les anunciaba la fecha de su muerte.
Lo cierto es que el éxito no tardaría en llegar a su vida y a partir de los años 40 el Profesor Fassman brindó sesiones privadas de hipnotismo a médicos y científicos de España, Portugal, Francia, e incluso cruzó el Atlántico, para recorrer diferentes ciudades de América Latina, ante los cuales no dudaba siempre en afirmar: “Sí, soy espiritualista, porque creo que hay un mundo trascendente más allá del mundo terrenal.” .
El mundo espiritual
El misterioso Fassman, cuya personalidad se hacía cada vez más reconocidad en las diferentes ciudades en las que se presentaban, consideraba que “Las personas disponen de mecanismos para provocar fenómenos paranormales, pero también es necesario lograr un estado alterado de conciencia y meditación, algo que, es justo decirlo, solamente han alcanzado los grandes místicos de la Humanidad” Plenos de asombro, los medios de comunicación anunciaban a grandes titulares las clases magistrales de este “adivino, ilusionista medium, hipnotista y clarividente”.
A raíz de ello, el periodista de un diario español, en 1946, publicó al día siguiente de una de sus presentaciones: “Los escépticos se convencieron, y los presentes acogieron con largos y calurosos aplausos las demostraciones realizadas.”
No hay dudas de que también el cronista había quedado atónito. Pese a su faceta profundamente espiritual, “Fassman” practicó su disciplina a la par de médicos psiquiatras, ya que estaba convencido de que la hipnosis era solamente un instrumento de ayuda, y que existían factores físicos y psicológicos que incidían sobre el sistema nervioso de las personas.
Como parte de sus giras internacionales, algunos documentos señalan que el Profesor estuvo varias veces en Buenos Aires entre 1948 y 1951.
Sus performances en el Teatro Odeón fueron anunciadas como espectáculos basados en “Actos de hipnosis de palco”. Precisamente el médico psiquiatra Orlando Canavesio (1915-1957) en 1946 había sido director de la “Asociación Médica de Metapsíquica Argentina” y tiempo después convocó a Fassman para conocer sus técnicas de Dinámica Mental, Telepatía e Hipnosis.
A comienzos de los años 60, “Fassman” continuó con su periplo y una vez graduado como psicólogo en Miami, volvió a España.
Allí retomó sus clases magistrales sobre Hipnotismo, pero fue presa de la censura impuesta por la dictadura de Francisco Franco (1892-1975) y tuvo que dar a conocer sus cursos de boca en boca y realizarlos a puertas cerradas en su piso de Barcelona.
Después de su partida
Desde su fallecimiento en 1991, la estampa del Profesor “Fassman”, como psicoterapeuta heterodoxo, ocupa un lugar en la cúspide de las investigaciones parapsicológicas.
Su convicción acerca de los métodos con los cuales deben abordarse los fenómenos metapsíquicos, puede sintetizarse con sus propias palabras: “El primero es el concepto mecanicista en el cual los fenómenos son examinados bajo un punto de vista neurológico y bioquímico. El segundo, del que yo participo, es el concepto metafísico y cosmológico. Porque todos los que así pensamos, admitimos que el ser humano es parte de un Universo inconmensurable, en donde existen campos de energía que se entrelazan y en donde existen todas las formas de vida, más allá de la comprensión humana".
ACTUÓ EN FILME NACIONAL: “HIPNOTIZÓ” A LOS ARGENTINOS
La enigmática figura de “Fassman” no podía pasar desapercibida durante la “edad de oro” del cine argentino. En 1949 se estrenó el filme “Fascinación” dirigido por Carlos Schlieper (1902-1957).
Sus protagonistas principales fueron Alicia Barrié (1915-2002), Elisa Galvé (1922-2000) y Arturo de Córdova (1908-1973).
La película narra la historia de una pareja de hipnotizadores que hacían sus actos en ferias ambulantes, hasta que irrumpe la misteriosa y real figura del profesor “Fassman”à interpretándose a sí mismo.
Sus biógrafos señalan que por motivos que nunca fueron del todo esclarecidos no la pasó nada bien durante la grabación, pero lo cierto es que esta joya de nuestra cinematografía, gracias a los diálogos, a los juegos de luces y sombras, y a los efectos especiales acordes a su época, es considerada de culto para los cinéfilos de temática sobrenatura
(*) Investigador paranormal y ufológico