La chica urbana (en cuarentena): De la cama al living
La sexta entrega de una serie de eventos desafortunados donde la ciudad, sus historias y sus contextos se ven desde un punto de vista diferente.
Por La chica urbana
@ChicaCronica
Capítulo 6
El tiempo corre pero nosotros no. Con nuestros cuerpos oxidados por el aislamiento social, preventivo y obligatorio nos descubrimos haciendo menos gimnasia que antes, y eso que antes tampoco hacíamos tanto. Pero lo intentamos, porque en cuerpo sano mente sana… ¡A-ha!
Empezamos con ejercicios de respiración con el tapabocas, seguimos con el yoga en el hueco que podemos del minúsculo departamento, nos desafiamos haciendo pankour entre los muebles, escalamos mientras limpiamos las cortinas y hacemos repentinas picadas de la cama al living para sentir, que aunque sea un poco, algo hacemos.
En el metro cuadrado que nos queda libre del monoambiente, corremos en el lugar, trotamos en el lugar, caminamos en el lugar, saltamos en el lugar y volvemos a hacer yoga en el lugar.
Levantamos el alcohol en gel como si fueran pesas, hacemos ejercicios de fuerza corriendo los muebles de un lado a otro. trabajamos fuertemente los brazos mientras lavamos la pila de platos en tiempo record, planchamos hasta al perro, y hacemos yoga.
Nos sentimos plenos porque descubrimos la postura de la montaña, de la silla, del perro hacia arriba, hacia abajo y hacia todos lados, la del triángulo, la del guerrero, la del niño, la de "la cobra que se cobra todo lo que hiciste bebé". Hacemos yoga.
Seguimos las indicaciones de miles de tutoriales hablados en neutro con ejercicios que supuestament. nos dejarán los cuerpos perfectos y bien trabajados, según dicen los expertos entrenadores que nadie conoce, y otra vez hacemos yoga. ¡Al fin tenemos el cuerpo en movimiento!
Agachados en el piso, con la mano derecha ponemos cera y con la izquierda pulimos cera, ¡Con eso ya nos sentimos Karate Kid!
Quedamos agotados… agotados por la cuarentena, porque hasta el momento lo máximo que hicimos completo fue participar de una maratón de capítulos de una serie de nueve temporadas, con el cuerpo en el sillón y comiendo todo el pan casero que hicimos motivados por el aburrimiento.