No sólo el nuevo protocolo de la rinitis sorprendió en el comienzo mismo de junio , sino un aumento del 6% en la tarifa para los hogares a gas natural. La pelea dentro de la coalición  de Gobierno por el modo en que terminó definiéndose esta suba sólo le agrega un nuevo ingrediente a la ya conocida tensión dentro del equipo económico por cómo ir enfrentando el recorte de subsidios para los servicios públicos y el transporte, es decir de gasto público.

Esta discusión se da, en el marco de una inflación en ascenso, superior incluso a las proyecciones originales del Gobierno para este año pero, además ocurre cuando el Covid-19 prolonga su presencia en el mundo y hace estragos en la economía latinoamericana.

Con este contexto, el Gobierno definirá en las próximas horas si la curva de contagios muestra signos de descenso respecto del confinamiento estricto de los últimos 9 días o, si por el contrario, la receta apuntaría a aplicar nuevas restricciones como propone Buenos Aires.

Como sigue las restricciones

Son horas claves en el Gobierno de consulta con expertos pero también con gobernadores e intendentes, quienes conocen el territorio y tienen el  termómetro sobre cuánto margen habría o no para volver a alguna etapa de nuevas restricciones al estilo de las que se vivió en los últimos 9 días de confinamiento. De hecho, hay algunas regiones que ya dudan de la posibilidad de mantener los cierres durante el fin de semana del 5 y 6  de junio.

En los sectores económicos sostienen que si hay nuevos cierres, habría más quiebras y más pérdidas de puestos de trabajo. Por ejemplo la OCDE (Organización que regula el comercio internacional) advirtió que cerrar y abrir las actividades en la economía complicaría la económica argentina 2021, a la que le mejoró la calificación por el aceleramiento de la llegada de dosis de vacunas en los últimos días y pronosticó una suba del 6% para 2021.

Hogares a gas natural

La suba del 6% en los hogares a gas natural que regirá desde este mes también impactará en los comercio e industrias. Aunque según el interventor del Energas, Federico Bernal, lo que se priorizó en este aumento es que la gente pueda pagar los servicios públicos porque se terminó la pesadilla de no poder hacerlo, dijo en declaraciones radiales. Para el funcionario, este aumento representaría en los hogares de un consumo promedio una suba de hasta $ 70 mientras que si se hubiera mantenido el cuadro tarifario del Gobierno anterior, significaría entre $ 2.000 y $ 3.000.

De todos modos, esos cálculos no coinciden con los que hacen en el sector donde, por ejemplo en Metrogas. En un comunicado la empresa señaló que esta suba, la única desde 2019, significaría , un recargo en la factura de solo 113 pesos mensuales para un cliente promedio.

Tomando el ejemplo de una familia tipo porteña con un consumo promedio, para la empresa significaría  $ 88 de promedio anual y una boleta en pleno invierno que ascendería a $ 2.500. En cambio, la misma familia con el mismo consumo en Buenos Aires desembolsará $ 138 promedio anual y pagaría en su boleta invernal $ 3.800.

Junio, bendito junio

En definitiva, la suba de la tarifa del gas en el comienzo mismo del mes vuelve a ponerle combustible a la discusión sobre la inflación y en cómo ir reorganizando los precios de la economía post pandemia. Hay diferentes concepciones sobre este aspecto dentro del equipo económico que, además, calculó que para esta altura del año el Covid-19 ya sería historia.

Lejos de eso y por el contrario, la pandemia sigue en pie y pegándole muy fuerte a latinoamérica y a la Argentina que está segunda en el ranking de contagios por cantidad de habitantes. La llegada récord de dosis de vacunas en las últimas horas reaniman las expectativas de que la segunda ola llegue a su fin antes de lo que se prevé pero también re encienden las discusiones en torno a la asistencia social que el Presupuesto 2021 no contempló.

Todo eso en medio de la búsqueda incansable de la vacuna más difícil de conseguir: la que vacune a la inflación argentina 2021, y justo en medio de la renegociación con el Fondo Monetario Internacional y el pago, aún pendiente, al Club de París por 2400 millones de dólares.

Por A.G.