Las redes sociales, el Wahtsapp o cualquier otra forma de mensajería han "facilitado" a los abusadores y acosadores de menores a acercase a ellos. Fingen tener su edad o desde su verdadera identidad, aprovechandose de su lugar de poder o de la vulnerabilidad de la víctima, comienzan a acercarse a ellas. Pero al mismo tiempo son su propia "trampa"

La exposición de los chicos en la vitualidad hoy es alta, por eso es importante tanto en la casa como en la escuela estar alertas a cualquier cambio de actitud. Un adulto perverso sabe como aprovecharse de un nene o un adolescentes, ellos por su edad aún no tienen las herramientas para darse cuenta.

Pero como las redes han "facilitado" que se acerquen a a sus víctimas, también son su propia trampa, es allí donde se encuentran todos sus rastros. Muchos de ellos escriben de manera tan explicita que no hay mentira en la que puedan esconderse. Pero también estan las marcas digitales que se pueden rastrear. 

En las conversaciones de Whatsapp dos entrenadores del Club Argentino de Quilmes, identificados como Omar y Diego Giménez, les pedían fotos y videos a sus jugadoras de 13 años.

Con esta prueba los padres de las menores los denunciaron ante la Justicia. La institución deportiva, actuó rápido y los echó del club para que ya no estuvieran mas en contactos con las nenas.

Ambos acusados, que son padre e hijo, desaparecieron y nada se sabe de donde están ni atienden los teléfonos, los mismos desde los que se comunicaban con las nenas.

Según la denuncia les pedían fotos, también se las sacaban en los entrenamientos o las bajaban de sus redes sociales para enviarlas a un grupo de WhatsApp a otros hombres.

Otro de los hechos que generaron preocupación es que los entrenadores no dejaban que los padres estén presentes mientras las chicas practicaban.

Después de que el caso se haga conocido, cuatro chicas informaron que habían pasado por lo mismo. Una aseguró que fue acosada por Giménez en 2016.

Anta la sociedad eran amables, simpáticos y con compromiso social. Los abusadores suelen tener un perfil social que hace que nadie desconfie de ellos, lo que muchas veces hacen que los chicos callen por miedo a que no les crean.

Como en otros casos, el alerta llegó de actitudes extrañas una de las nenas no quería ir a entrenar con excusas. Un día hasta lloró. Pero seguía sin poder hablar. Cuando la mamá supo lo que pasaba hizo la denuncia por acoso sexual contra su hija de 13 años.

En sus palabras la nena dijo "me mada mensajes feos" . Así su mamá los vió.

"Hemos realizado las acciones correspondientes, acompañanado a las damnificadas a realizar la denuncia y nos pusimos a disposición de las familias para afrontar este duro momento", sacaron un comunicado desde el club y agregaron: "Nos chocamos con una circunstancia que no esperabámos, pero estamos a la par de nuestras jugadoras para que lo necesiten".

Esto habla muy bien de la institucióm que enseguida se puso del lado de las danmificadas y protegió al resto de las chicas. Algo que parece obvio, no siempre es así.

Lo importante es proteger a los niños, a veces hay pruebas muy evidentes, otras no tanto, ppr eso es importante escucharlos, estar aatentos a sus cambios de humor.

Es muy dificil alejar a un adolescente de las redes sociales, menos aun de los los chats que hoy es la forman parte de la vida cotidiana más aún después de la pamdemia, imposible estar aislado de eso. Por eso es imporante hablar con ellos, que sepan los riesgos que corren .

A esa edad uno cree que nada puede pasarle, y que un hombre adultos que ellas admiran intente aprovecharse de ellas es un riesgo , que aunque no lo crean, corren.

Los acosores y abusadores están cerca, y no queda otra que que estar atentos para detectarlos a tiempo.

Pero también hay algo que los varones que no lo son, pero que reciben fotos fuera de lugar como la de una chica con la que el otro pasó la noche y llega al grupo de amigos una foto de la intimidad. No solo no hacer comentarios, si no repudiar, marcar que no está bien compartir estas imágenes producto de la intimidad.

Y menos aún si son de menores, teniendo en cuenta que además se trata de un delito.

La Justicia claro que debe hacer su parte, pero desde la sociedad varones y mujeres son muchas las cosas que podemos hacer para frenar a estos hombres, proteger a las víctimas y en la caso de que sean menores tenemos la obligación de hacerlos.

Los chicos tienen que ir a entrenar, a la escuela, estar en ssus casas, como lugares seguros y no ser espacios donde corren riesgos.  Esto no debe ser una útopia. Todos podemos hacer algo para protegerlos, por supuesto que hay quienes tienen más respomsabilidad.

Pero cada uno de nosotros estando atentos, no avalando con el silencio, no creyendo que no hay que meterse. Si hay un niño es risgo simpre debemos comprometernos. Y escuchar, sobre todo escuchar, no es facil hablar.

El acasador o el abusador en la mayoría de los casos es una persona a la víctima, y hasta es querido por ella, lo que lleva a un estado de confisión que el perverso aprovecha.

Con los chicos no.