Miles de millones de personas en todo el mundo son supersticiosas. Según una serie de encuestas realizadas por Gallup, una cuarta parte de los adultos en los Estados Unidos reconocen tener ciertas prácticas o creencias supersticiosas, pero además, las tendencias recientes revelan que las personas más jóvenes son más propensas a adoptar ciertos rituales u objetos para la buena suerte, que los adultos mayores.

Pero cuando hablamos de ganar la lotería, uno de los sueños más comunes y deseados en todo el mundo, tampoco es nada raro observar como los jugadores tienden a echar mano de números de la suerte que los acerque a obtener el tan preciado premio mayor. Las supersticiones forman parte del imaginario colectivo y muchos creen en su poder.

Existen muchas prácticas que llevamos a cabo al momento de seleccionar nuestros números de lotería porque, finalmente, no es tan fácil elegir aquello que podría cambiar nuestra vida por completo.

En ocasiones, lo que ha funcionado para un jugador es copiado por otros, por lo que las supersticiones en base a los números evolucionan y se desarrollan a lo largo de los años, convirtiéndose ciertas prácticas en hábitos de juego.

El 13, la yeta

Los jugadores de lotería tienen sus propios rituales y creencias al momento de seleccionar sus números de la suerte. El trece es uno de los números más polémicos dentro de la cultura popular y de la numerología ya que se asocia por lo general a la mala suerte, sin embargo, tiene muchos significados según las distintas culturas y religiones. Hay quienes creen que el número 13 tiene un significado negativo, y que está asociado con desgracia, razón por la cual debe evitarse. Otros, sin embargo, creen que trae suerte.

El 7 no puede faltar

En muchas culturas alrededor del mundo, el siete es considerado un número de la suerte y goza de una larga historia de asociaciones positivas. Hay siete días en la semana, siete colores en el arcoíris, siete continentes, siete maravillas del mundo y hay siete pecados capitales. También existe una fuerte conexión entre el número siete y las diferentes religiones.

¡El Oooocho!

Desde siempre el número 8 ha sido considerado por la cultura china como un número mágico que simboliza la buena fortuna, la buena suerte, y es su número predilecto en sus boletos de lotería. Esto es así porque, aparte de esconder el símbolo del infinito en su silueta, en el idioma mandarín el número 8 suena como “ba” y es muy parecido a cómo se pronuncia “enriquecimiento”.

Si sale no es una desgracia

El 17 sin duda alguna es otro de los ambos con una carga mitológica muy fuerte. En la jerga quinielera se dice que representa a la desgracia, por lo que no es un ambo que suela relacionarse a situaciones lindas de la vida. Sin embargo, muchos apostadores utilizan dicho significado a su favor, para tratar de invertirlo y generar ganancias gracias a dicha superstición.

¡Quieren ver sangre!

Otro de los números que no es muy bien visto por la comunidad timbera es el 18, la sangre. Por lo general, este ambo está relacionado a situaciones poco felices que infringen un daño directo a las personas del entorno familiar o simplemente a uno mismo. En ese sentido, la mayoría de los apostadores suelen jugarlo cuando están en contacto directo con la sangre. No obstante, hay otros que aprovechan su poca popularidad para que sus bolsillos se llenen de dinero...