Un hombre junto a sus dos hijos fueron condenados por utilizar una red encubierta de tiendas de conveniencia para defraudar a la lotería por más de 20 millones de dólares durante una década. 

Se trata de Ali Jaafar, un inmigrante libanés de 63 años y residente de WaterTown, Massachusetts, quien tuvo una racha ganadora de lotería y, aunque todo parecía apuntar a un episodio de supuesta buena suerte, la comisión de juegos de azar de aquel estado empezó una investigación, ya que los resultados eran “improbables desde el punto de vista estadístico”, según explicó The Boston Globe

Según indicaron las autoridades, Jaafar comenzó con su estratégico plan en 2011, cuando reclamó por primera vez 217,000 dólares por 136 billetes de lotería.

Un año después, el hombre cobró 367,000 dólares por 214 boletos y en 2013 (que fue el año en que involucró a sus hijos Yousef y Mohamed) pudo obtener 1.3 millones por 867 tickets de lotería.

El plan con el que la familia logró ganar más de 20 millones de dólares en la lotería

El plan que el hombre y sus dos hijos utilizaron consistía en lavar dinero a través de un método llamado “10 por ciento, en el que los ganadores reales de la lotería se acercaban a ellos, para evitar pagar los elevados impuestos sobre sus ganancias.

De esta manera, en vez de los afortunados cobrar sus premios por ellos mismos, acudían con sus billetes ganadores a los Jaafar para que ellos cobraran el dinero, a cambio de un porcentaje que rondaba entre el 10% y 25% del monto total.

Por lo que, una vez que la familia obtenía el dinero, se lo entregaban a los ganadores verdaderos sin tener que pagar los impuestos que por ley las agencias de lotería exigen. 

Yousef y Ali Jaafar, quienes idearon la red más grande de blanqueamiento de dinero en la historia de la lotería de Massachusetts.

Sin embargo, para blanquear todo ese dinero la familia Jaafar necesitaba un respaldo que lo ayudara a encubrir la enredada estrategia, por lo que en la década de los noventa Ali Jaafar empezó un negocio de tarjetas telefónicas de prepago con el que tenía fácil acceso a los propietarios de las tiendas de conveniencia (que son establecimientos comerciales que venden artículos cotidianos y que usualmente permanecen abiertos más de 18 horas por día).

Siguiendo este esquema, Ali Jaafar y sus hijos se convirtieron en los mejores blanqueadores de dinero bajo este sistema en todo Massachusetts

¿Cómo era el mecanismo para cobrar el dinero?

En 2022, Jaafar confesó en el juicio que fue llevado en su contra haber participado en el esquema de blanqueamiento de dinero, el cual empezaba cuando los propietarios de las tiendas de conveniencia (a los que él tenía fácil acceso, gracias a su negocio de tarjetas telefónicas), quienes además eran aliados dentro del esquema, le avisaban a Jaafar si tenían algún boleto ganador de lotería que superaran los 600 dólares. 

Luego, como si fueran clientes esporádicos, uno de los Jaafar se acercaba hasta el establecimiento para comprar un boleto por un importe inferior al premio íntegro, sin siquiera enterarse del nombre del verdadero ganador.

De acuerdo a las investigaciones realizadas, los propios dueños de los establecimientos recibían entre 50 y 100 dólares por cada billete ganador, que luego era reclamado por los Jaafar en las instalaciones de la lotería. Ali ganó alrededor de 10 millones de dólares en la lotería, pero evitó el pago de impuestos al alegar pérdidas falsas de juego en sus declaraciones de impuestos.

La familia Jaafar se contactaba con los propietarios de las tiendas de conveniencia para recolectar los tickets de lotería ganadores y así cobrar el dinero.

Una “buena suerte” que despertó sospechas 

Este sistema de blanqueamiento de dinero proveniente de premios de la lotería que los Jaafar idearon, tuvo un funcionamiento constante durante ocho años. Sin embargo, el esquema fraudulento comenzó a levantar sospechas en 2019, cuando la Comisión de Lotería del Estado de Massachusetts decidió empezar una investigación.

Fue así que cuando ya se comenzaba a sospechar de la favorable suerte que los Jaafar siempre tenían, Michael R. Sweeney, director ejecutivo de la lotería estatal, decidió alertar a las autoridades para que inicien una investigación.

No obstante, a pesar de que los Jaafar eran conscientes de que estaban en la mira de las autoridades, no detuvieron su esquema de fraude y evasión fiscal y reclutaron a amigos cercanos de la familia para que los ayudaran a cobrar los boletos de lotería que recolectaban de las tiendas de conveniencia.

El plan descubierto y una condena para los tres

Finalmente, todo se descubrió cuando un agente encubierto del Servicio de Rentas Internas (IRS, en inglés) vendió boletos ganadores a un empleado de una tienda que pertenecía a la red fraudulenta, por lo que los billetes llegaron a manos de los Jaafar, quienes fueron descubiertos en 2020 cuando intentaron cobrar sin éxito un nuevo monto en las oficinas de la lotería.

Dos años más tarde, Mohamen Jaafar, el hijo mayor de 33 años, se declaró culpable de conspiración y fue condenado a seis meses de prisión y a restituir un pago de 964,000 dólares. Por su parte, según explicó la fiscalía de Massachusetts, Ali y su hijo menor Yousef, de 29 años, fueron declarados culpables en el juicio en su contra por defraudar al IRS, por conspirar, por lavado de dinero y evasión fiscal. Alí fue condenado a 5 años de prisión, mientras que su hijo menor obtuvo una condena de 4 años. 

Como resultado de “la conspiración más grande relacionada con la lotería en la historia de Massachusetts, la lotería de aquel estado norteamericano pudo suspender las licencias de “más de 40 agentes de loterías” que fueron partícipes del esquema fraudulento.