A veces, la suerte puede ser tan impredecible que lo que parece el principio de un sueño se convierte rápidamente en una pesadilla. Algo así le sucedió a un ganador de la Quiniela, quien, tras obtener una verdadera fortuna, se vio envuelto en un incidente que lo llevó directo a la cárcel.

Lo que parecía ser el inicio de una vida llena de posibilidades y bienestar tomó un rumbo oscuro para John Ross, de Linda, California. Involucrado en un hecho criminal, la suerte de este hombre dio un giro radical: a pesar de haber cumplido con todos los sueños de quien juega y gana, una serie de eventos desafortunados cambiaron su destino.

En 2012, el hombre alcanzó lo impensable al ganar 2 millones de dólares en la lotería, un premio que, si se ajustara al valor actual, podría superar los 2.000.000.000 de pesos argentinos. Pero su vida dio un giro trágico cuando se vio involucrado en un robo de vehículo, lo que lo llevó directo a prisión. 

A pesar de su insistencia en su versión de los hechos, las autoridades no creyeron en su relato, complicando aún más su situación legal.

El Departamento del Sheriff del Condado de Yuba acusó a Ross de colaborar con una mujer, a quien conoció solo una semana antes, para empujar un automóvil Honda robado hacia un patio trasero en California. A pesar de su reciente golpe de suerte, las circunstancias lo arrastraron hacia un complicado enredo legal con consecuencias graves.

¿Qué hizo el ganador de la Quiniela con su fortuna antes de ir prisión?

El premio “Set for Life” le otorgó a Ross dos millones de dólares repartidos en veinte años, parecía un golpe de suerte que transformaría su vida. Tras recibir la noticia, el ganador compartió con la prensa sus planes, uno de los cuales era finalmente comprar un vehículo. “Tengo 29 años y nunca he tenido un coche”, había confesado.

Con una nueva fortuna en sus manos, el hombre, quien ganó la lotería en el local J&J Liquor en Linda, expresó que su vida tomaría un rumbo diferente. “Ya no tengo que andar corriendo por las calles”, dijo con esperanza.

Con el dinero de su premio anual de 70.000 dólares después de impuestos, Ross fue liberado bajo fianza, pero la mancha de la acusación y los cargos penales seguían presentes.

Qué pasó con la plata de la Quiniela tras un giro inesperado en la vida de un ganador

Aunque antes de su victoria no poseía licencia de conducir ni auto, las autoridades empezaron a dudar de su versión cuando se vio involucrado en el robo del vehículo. A pesar de contar con un permiso de conducir posterior a su fortuna, las acusaciones sobre su participación en el crimen empañaron su inocencia.

En medio de la confusión, la madre de Ross defendió a su hijo, asegurando que él había sido engañado por la mujer involucrada en el robo. A pesar de sus dudas sobre la situación, su familia lo respaldó: “Me di cuenta de que ella estaba mintiendo”, expresó la madre. Sin embargo, las autoridades no creyeron en su versión.

La mujer que se cree que robó el coche, Skila Ann Hickman, había quedado detenida antes que el ganador. “En algún momento, el vehículo dejó de funcionar y Ross también la estaba ayudando con eso”, dijo en su momento el teniente Damon Gil.

Tras su arresto, Ross enfrentó cargos graves, y aunque fue liberado bajo fianza, el impacto de las acusaciones no desapareció. Finalmente, el ganador fue sentenciado a dos años de prisión, con una multa de 50.000 dólares (cerca de 55 millones de pesos). Tras ser liberado, no se supo más nada de él.