Ganaron millones en la quiniela, pero terminaron en la ruina por tomar una pésima decisión
Una pareja se llevó casi 2 millones de libras en la lotería, pero su vida de lujo se convirtió en un infierno tras despilfarrar la fortuna. ¿Qué hicieron mal con su dinero?
Ganar una gran suma de dinero en la Quiniela es el sueño de muchos, pero para una pareja que consiguió casi 2 millones de libras, la realidad fue muy distinta. Lo que empezó como una vida de lujo pronto se convirtió en una pesadilla y terminaron en la ruina.
Para conocer esta historia debemos trasladarnos a 2005, cuando una joven pareja británica obtuvo una suma 1.800.000 de libras en la Lotería Nacional. Aunque el premio prometía una vida de abundancia y comodidad, sus decisiones financieras y un estilo de vida derrochador llevaron a una ruina inesperada.
Desde el inicio, la pareja tenía el plan de dejar sus trabajos y vivir de su ganancia, con la intención de gastar con moderación. Sin embargo, no tardaron en desviar de su propio plan.
Para comprender la magnitud del dinero, en 2005, el millón ochocientas mil libras representaba un premio de 2,76 millones de dólares, equivalente a más de 2,6 millones de euros al tipo de cambio de entonces.
Empezaron por desembolsar 800 mil libras en una lujosa mansión en Yorkshire (Inglaterra), seguidas de compras extravagantes como joyas, ropa de diseñador, y muebles costosos. Las vacaciones a destinos como Dubai, Mónaco y Nueva York aceleraron aún más el declive de su fortuna, hasta que esta se desvaneció.
Roger y Lara Griffiths, los protagonistas de esta historia, hoy en día no tienen nada de la fortuna que obtuvieron en 2005, hace ya casi 20 años.
Triste historia de la lotería: el derroche y los errores que hundieron a una pareja millonaria
Al principio, su vida parecía un sueño hecho realidad: fiestas, viajes, autos y lujos llenaban sus días. Sin embargo, este estilo de vida era insostenible. Roger empezó a malgastar dinero en su carrera musical y en un salón de belleza que resultó ser un fracaso financiero.
Por su parte, Lara se entregó a compras compulsivas, como un Lexus 4x4, además de pagar un colegio de 12.000 euros al año para sus dos hijas, lo que exacerbó la situación. En 2010, el inevitable colapso llegó con un incendio en su mansión, agravado por la falta de un seguro adecuado.
Tras descubrir la infidelidad de Roger, la pareja se separó y ahora viven con presupuestos muchísimos más modestos.
En diálogo con el diario The Sun, Lara reflexionó sobre su experiencia: “Ganar la lotería no es tan bueno como parece. La mayoría de las personas terminan peor de alguna manera u otra y nadie empatiza contigo porque ganaste el dinero en lugar de trabajarlo”.
Y se sincero al remarcar que ambos venían de “buenas familias” y tenían una buena educación, pero no eran ricos y no tenían idea de cómo administrar una cantidad tan grande de dinero.
Tras despilfarrar el dinero de la lotería, Lara Griffiths afirmó que no se arrepiente de nada
Actualmente Lara tiene 53 años. Después de haber despilfarrado más de 2,2 millones de dólares en premios de lotería en sólo ocho años asegura que no se arrepiente de cómo gastó su dinero y que lo pasó “genial”. En cambio, se muestra frustrada con el discurso que pinta su historia como una tragedia.
“Se ha convertido en una narrativa predominante que la lotería arruinó mi vida”, dijo Griffiths, de Boston Spa, West Yorkshire, al diario South West News Service. A casi 20 años de recibir el premio, dice estar “harta de que la pinten como trágica”.
La mujer asegura que recibió críticas por su estilo de vida y decisiones, con algunos comentarios que incluso cuestionaban su capacidad para cuidar de sus hijas. “La gente decía que era estúpida, que estaba llena de cirugías plásticas y que necesitaba que me quitaran a mis hijos. Pero el hecho es que lo gasté sabiamente y me lo pasé muy bien”, sostuvo.
Hoy en día, Griffiths y las dos hijas de su ex marido—Kitty, de 16 años, y Ruby, de 19—viven con su madre de 86 años en una casa de cuatro habitaciones. “Acepto plenamente mis errores”, admitió, aunque, en última instancia, aseguró que la lotería no arruinó su vida.