Por Eduardo Gallardo
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La interpretación de los sueños es una disciplina a la que se le debe dar su merecida importancia y no debe tomarse como un juego o un pasatiempo ya que la información que se obtiene de éstos puede ser vital para la persona que ha soñado y hace una apuesta.

Los números de los sueños de la quiniela han sido utilizados desde siempre por aquellos jugadores tentados por el azar con el objetivo de que la suerte resulte favorable, no sólo en la quiniela sino en muchos otros juegos.


Las imágenes, animales, personajes, historias y símbolos que aparecen en los sueños pueden ser la clave para ganar dinero con los juegos de azar. Aquí se presentan los diferentes sueños y su correspondiente número para jugar a la quiniela.

El principio del cuento

El origen de la quiniela en nuestro país fue ilegal. A medida que crecía el juego “en negro”, el Estado realizaba nuevas maniobras de control para cortar con este juego marginal. Las personas que se encargaban de levantar las apuestas, apodados ‘Lapiceros’, desarrollaban a la par de los nuevos controles estatales, diversas y novedosas maniobras para poder recoger las apuestas sin ser detenidos por las autoridades policiales.

Muchos lapiceros, desarrollaron una gran capacidad de memoria para acordarse de los números de las apuestas, ya que las pruebas físicas, anotadores, papel, etc, eran una “papa caliente” con la que sino tenían que lidiar y corrían riesgo de que al ser revisados por la Policía, los hallaran con evidencias encima.

El resultado de la tabla de los sueños y su significado que corresponde a un número, fue el elemento de codificación con el que la quiniela logró seguir creciendo masivamente a pesar de los controles legales que aplicaba el Estado cada vez con más ahínco.

Algunos de los más famosos en la tabla con el significado de los sueños en la quiniela, que va del 00 al 99 son: la yeta (13), el borracho (14), el Cristo (33), la niña bonita (15), la madre (52), muerto que habla (48), la rata (89), entre otros. Rápidamente el significado de los diversos números se extendió gracias a su facilidad para poder recordarlos.

¿Pura creatividad o evidencia histórica?


La traducción de los sueños en los números que van del 00 al 99, no solo fue producto de la imaginación sino que mucho tuvo que ver en su configuración final, como la que conocemos al día de hoy, la tabla napolitana llamada Smorfia. Lo que se produjo fue una modificación “criolla” de la Smorfia, cuyo origen deriva de la palabra Morfeo, el dios de los sueños para los griegos.

Este documento ofrecía una orientación al soñante para intentar descifrar sus fantasías y acertar en la lotería que se jugaba en el Viejo Continente. Pero la Smorfia llegó a América Latina de la mano de los inmigrantes que llegaron a estas tierras y poco a poco fueron asignando significados y transformando los existentes.

La Smorfia tenía 90 números que eran del Lotto italiano, por lo que los criollos debieron sumar (además de modificar) el significado de 10 cifras más para adaptar la quiniela a estas tierras