Un albañil de la provincia de Córdoba le pidió a su mujer que vaya a jugar al Quini 6. Ella se acercó a la agencia, apostó, y se hicieron millonarios, pero por un error garrafal todo quedó en la nada: “De albañil a millonario, y de vuelta a albañil”.

Esta increíble historia cuenta con un desopilante relato del protagonista de la misma: Miguel, un albañil cordobés que hacía años jugaba a los mismos seis números de la Quiniela esperando que la suerte le sonría. Y el día llegó, o al menos eso esperaba.

Córdoba: jugó al Quini 6 y ganó una fortuna, pero por un error se quedó sin nada

El hecho, que tuvo lugar hace más de 10 años, volvió a hacerse tendencia gracias a las redes sociales que recordaron esta “mala fortuna” que tuvo Miguel, quien se cansó de jugar por años a los mismos números: 05, 07, 13, 26, 28 y 36.

Un día, como cualquier otro, le pidió a su esposa que apostara esos números en el Quini 6 con la esperanza de que la suerte le sonría. “Le dejé la plata a mi señora para que le juegue a esos números y me fui a trabajar. Cuando volví, le pregunté si había jugado, me dijo que sí y esperé hasta el sorteo del miércoles”, cuenta él, en una entrevista con el medio local “Córdoba C Ve”.

“El jueves fui a trabajar. Estábamos con la radio. Ahí escuché que hubo un ganador en el Quini 6 de Córdoba. Transpiraba como loco. Mientras tanto, mi patrón me apuraba para que termine la pared”, precisó, y continuó: En un momento empiezan a decir los números: 05, 07, 13, 26, 28 y 36. Los 6 números míos, 14 millones de pesos el pozo”.

Impactado y casi sin palabras, según detalla en su espectacular relato, agregó: “Mi patrón me pidió que siga con el trabajo y le dije: “No trabajo más yo”. Le tiré la pared a patadas y me fui caminando a mi casa. No llegaba más, las cuadras eran eternas”.

Ganó el   <a href='https://www.cronica.com.ar/tags/Quini 6'>Quini 6</a>, o al menos eso pensó. 
Ganó el Quini 6, o al menos eso pensó. 

“Llego a mi casa, abro la puerta y la veo a mi mujer. ‘¡Hola mi amor!’, le digo. ‘Ganamos el Quini. Te voy a comprar un sommier, una cocina, la heladera. Vamos a ir a comprar lo que vos quieras’”, relató.

Y sumó: “Ni vi el papel, pero lo agarré y fui a la Quiniela. Llego a la agencia y le digo ‘Doña, soy el ganador del Quini yo’. Me dijo que no podía ser, y le dije ‘¿¡Cómo que no!?’. Dijo que le hubieran avisado, que no era yo. Me fijo el papel y ella me había cambiado tres números. Me sacó el 5, me sacó el 7 y me sacó el 13”.

Esta desopilante historia, contada en un relato memorable, concluye en que Miguel volvió a su casa y se topó con su suegro, quien festejaba “Ese es mi yerno”. “‘¿Qué yerno? Vos no me hablés’”, sostuvo entre risas, y siguió: “Fui a ver a mi señora y le dije que me cambió los números. Me contestó que fue por la edad de los chicos. ‘Perdimos 14 millones por culpa tuya’, le dije, y me fui de la casa”, completó. 

Finalmente, ante la pregunta del notero, el (casi) afortunado contó que tuvo que volver a hablar con su patrón, a quien le mintió para que lo dejara seguir trabajando, al tiempo que agregó que todavía seguía jugando a su suerte, esperando que le vuelva a tocar: “Apuesto al Quini, al Loto, al Telekino, a todo”.