Cientos de candidatos a las próximas elecciones municipales brasileñas adoptaron una insólita estrategia para captar la atención del electorado. Las listas de aspirantes registrados incluyen nombres como Donald Trump Bolsonaro, decenas de Lula y Barack Obama.

Según la base de datos del Tribunal Superior Electoral (TSE), el próximo 15 de noviembre, el pueblo brasileño podrá darles su voto a candidatos cuyos nombres oficiales se inspiran en el presidente Jair Bolsonaro, en el líder opositor Lula Da Silva, el ex presidente de estadounidense Barack Obama, y algunos que exceden el ámbito político como Shakira o el actor porno Kid Bengala.

Sin embargo, el más extraño es Cloroquina, un aspirante que adoptó el nombre de la droga contra el lupus, la misma que el presidente Bolsonaro defendió durante meses como respuesta para tratar el Covid-19. Las listas de las elecciones presentaron un récord de 506.000 inscriptos para cargos de intendente, viceintendente y concejales en los 5.570 municipios de Brasil.

Entre ellos, se destacan 84 Bolsonaros, 72 Lulas, 15 Obama y 3 Trump, quienes optaron por apelar al voto por asociación ideológica. Entre los candidatos registrados bajo el nombre de Bolsonaro está el segundo hijo del presidente, Carlos, candidato a la reelección en su banca en la cámara municipal de Río.

La ex esposa del mandatario, Rogeria, también figura en las listas y usará su apellido. En tanto, cuatro candidatos a concejales usarán el apellido del ex juez y ex ministro Sérgio Moro, el responsable de la condena a Lula, que abandonó en abril el gobierno al que se pasó a oponer desde otro sector de la derecha.

Además de las apuestas a los nombres propios, esta será la elección municipal con más mujeres y con más afrodescendientes de la historia.

Panorama político

Todas las miradas están puestas sobre San Pablo, Río de Janeiro y otras grandes ciudades, donde los comicios pueden servir como una suerte de plebiscito sobre la gestión de Bolsonaro en el Palacio del Planalto. Si bien el líder ultraderechista anunció que no iba a tomar posición en la primera vuelta, sus candidatos ya están utilizando su figura para asegurarse un pase al balotaje en San Pablo, la mayor ciudad del país, y Río de Janeiro.

En territorio paulista, además, la elección municipal presenta un nuevo desafío para Bolsonaro, ya que allí nunca tuvo arraigo. Hasta el momento, Russomano, diputado bolsonarista, domina las encuestas en la ciudad, seguido por el actual intendente, Bruno Covas, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), y Guilherme Boulos, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL).

Si los números actuales se mantienen, significaría que el Partido de los Trabajadores de Lula se dirige hacia la peor derrota de su historia en San Pablo, ciudad que gobernó tres veces, porque aún no toma fuerza la figura de su candidato, Jilmar Tatto, quien perdió el apoyo de referentes importantes que decidieron seguir a Guilherme Boulos.