Países Bajos vive jornadas de gran violencia en las calles frente a las nuevas medidas adoptadas por sus autoridades para frenar el crecimiento de casos de coronavirus, lo que generó rechazo en parte de la población.

Más de 30 personas fueron detenidas en Países Bajos y cinco policías resultaron heridos en disturbios en La Haya y otras ciudades tras una orgía de violencia, que se produjo durante una protesta contra las restricciones por el Covid.

Los episodios en La Haya no fueron tan graves como los del viernes a la noche en Rotterdam, donde la policía abrió fuego contra exaltados manifestantes y arrestó a 51 personas, lo que muestra una continuidad en esta escalada de violencia que se vive en Países Bajos.

Medios holandeses reportaron que cientos de manifestantes, que gritaban "libertad", lanzaron piedras a los agentes y quemaron varias motos eléctricas, así como también incendiaron vehículos de la policía.

También el pasado sábado, 13 personas fueron detenidas en las sureñas ciudades de Roermond y Stein por iniciar incendios y arrojar fuegos artificiales, mientras que ocho personas más fueron arrestadas en el poblado pesquero de Urk.

Se trató de la segunda noche consecutiva de disturbios en los Países Bajos en relación con las medida, luego de lo vivido el viernes, con la detención de 51 personas en la ciudad de Rotterdam, donde también se registraron tres heridos de bala.

El primer ministro neerlandés, Mark Rutte, anunció hace una semana la reintroducción de un confinamiento parcial junto con una serie de restricciones sanitarias, sobre todo en el sector de la restauración, para frenar un brusco incremento de contagios de Covid.

Por este motivo, los bares y restaurantes deben cerrar a las 20 horas, al menos hasta el 4 de diciembre, en tanto que los eventos públicos fueron suspendidos y un torneo de fútbol se juega a puertas cerradas.

A su vez, se le pidió a la población trabajar desde la casa, salvo que sea absolutamente necesario salir, mientras que las escuelas permanecen abiertas y no hay impedimento para que las personas salgan de sus casas.