La historia de amor de Deborah Babu y su actual esposo, Saitoty, logró conmover a más de uno. La mujer de 60 años se mudó de Estados Unidos a  Tanzania, luego de conocer al amor de su vida.

Tras conocer a Saitoty, un hombre 30 años más joven que ella y miembro de una tribu llamada Masái, Deborah no dudó en empezar su nueva vida en el país de África Oriental.

La mujer conoció a su actual marido mientras viajaba por Tanzania con su hija, Royce, de 30 años, en octubre de 2017. Lejos de pensar que iba a enamorarse de Saitoty, la primera interacción entre ellos se dio gracias a que Deborah le preguntó si podía tener una foto con él, porque nunca había conocido a un miembro de la población Masái.

La pareja hoy está felizmente casada.
La pareja hoy está felizmente casada.

La conexión entre ellos fue inmediata, ya que, ni bien se conocieron, intercambiaron números de teléfono y comenzaron a charlar muy a menudo.

A los pocos meses, en diciembre de 2017, la oficial de policía jubilada volvió a viajar a Tanzania y fue allí cuando fijaron su amor: el hombre sacó el anillo de compromiso y le pidió matrimonio.

“Nunca esperé encontrar un esposo y casarme con alguien mucho más joven que yo, pero él es el hombre más amable y cariñoso”, confesó la mujer a sus 60 años.

Su historia de amor tuvo una gran repercusión

La pareja se casó en junio de 2018 en medio de una tradicional ceremonia masái, y también tuvieron una boda legalizada por el gobierno estadounidense.

Babu confesó que los prejuicios por la diferencia edad entre ellos fue una gran traba al principio: "Yo era una mujer feliz y soltera y me resistía a salir con alguien 30 años menor. Mi hija mayor, Tiffany de 32 años y mi hijo Sherrick de 27 lo conocieron por FaceTime y ellos me animaron a hacerlo, a viajar nuevamente a Tanzania", dijo.

La pareja recibió varias críticas.
La pareja recibió varias críticas.

Sin embargo, luego de la repercusión que tuvo la historia de amor, Deborah confesó que recibió varias críticas por el tema de la edad: "La gente me pregunta si lo adopté o si soy su abuela. Nosotros nos centramos en nuestra felicidad, sin importar el qué dirán", reconoció.

En ese sentido, confesó que no es nada fácil para ella leer algunos comentarios hirientes de la gente: "Me duele mucho ver comentarios mezquinos, pero ahora veo a otras personas con diferencias de edad y nos ayuda a ignorar lo que dice la gente. La edad es solo un número y no impide el amor y el cuidado que siento por mi mujer".