Ladrones entraron a una casa en Atenas, Grecia, mataron al perro, ataron al esposo y estrangularon a la mujer hasta asfixiarla en medio de las amenazas para que les dijeran dónde estaban los objetos de valor. Esta era la historia que el piloto Babis Anagnostopoulos, de 33 años, le había contado a la policía.

Sin embargo, tras las pericias y los datos que no concordaban, el sujeto terminó confesando que había sido él mismo quien terminó con la vida de su esposa. Ella se llamaba Caroline Crouch, tenía 20 años, era británica y era la madre de un pequeño bebé quien estaba llorando a pocos metros mientras a ella la mataban.

Tras la confesión del femicida, la policía teme que el asesinato haya sucedido luego de que ella descubriera que el piloto estaba usando su helicóptero para contrabandear drogas para los cárteles.

Vida de ricos

Todavía no han logrado probar que su vínculo con el narcotráfico sea cierto. Por ahora, los investigadores han comenzado a escudriñar sus finanzas después ya que quieren determinar cómo logró financiar el aparatoso estilo de vida que llevaba la pareja.

El matrimonio había estado recientemente de vacaciones de lujo en Dubai. Además, compraron una casa de ensueño en Grecia, valuada en 147,000 libras y los oficiales creen que todo eso habría salido como comisión a través de trabajos del piloto relacionados con las drogas.

Caroline y Babis junto al bebé que tenían en común (Facebook).

Por ello, los pesquisas quieren determinar si todo se originó luego de que ella se enterara de las actividades ilegales e intentara impedírselo. Según publicó The Sun, una fuente reveló que Anagnostopoulos se había vuelto cada vez más controlador con su esposa y que incluso llegó a colocarle una aplicación de rastreo en su teléfono.

También atestiguaron que le prohibió que asistiera a sesiones de terapia, supuestamente por miedo a que ella hablara. "La forma en que fue asesinada sugiere que estaba física y simbólicamente encerrada", aseguraron los peritos.

El dolor de la familia

La familia de Caroline vive en el Reino Unido, y desde allí su padre aseguró que ella tenía una moral fuerte y que estaba seguro de que de haber descubierto que el piloto se dedicaba a las drogas, lo habría amenazado con dejarlo. Por otra parte aseguró que “por algo” había tantos rumores sobre esta segunda profesión de su “yerno”.

Babis y Caroline se llevaban 13 años de diferencia (Instagram).

Estas declaraciones llegan después de que el propio Babis, luego de mentir durante semanas, confesara haberla asfixiado con una almohada y asegurara que "perdió los estribos".

Por ahora, lo podrían condenar a cadena perpetua, pero si logra convencer al jurado de que no planeó el asesinato, podrían reducirle la sentencia a solo 15 años de prisión.