Era un día como cualquiera en las playas de Brasil, concretamente en los estados de Bahía, Alagoas y Sergipe, con la gente tomando sol, jugando a la pelota, al volley, bebiendo algún licuadito frutal y seguramente más de uno admirando el mar. Sin embargo, la sorpresa inundó la costa cuando de pronto, el agua trajo unas cajas de aspecto viejo y dudoso.

Muy desgastadas y con inscripciones en japonés, investigadores afirman que se trata de parte de un barco nazi, hundido lejos en el tiempo durante la Segunda Guerra Mundial. El oceanógrafo Carlos Teixeira, miembro de la Universidad Federal de Ceará, explicó a los medios que estos objetos son de fardos de caucho.

Los barcos habrían zarpado de Asia y tenían Europa como destino.

Para muestra un botón, añadió que habrían pertenecido a un navío que terminó bajo el agua frente a las costas brasileñas en 1944 por un destructor de la Armada del Ejército de los Estados Unidos. Además, otros expertos señalaron que zarpó desde Asia con un cargamento de caucho y estaño y que tenía destino europeo pero que por supuesto, nunca llegó a destino. Lo que contenía el baro iba a ser utilizado en la industria militar, presumiblemente por el bando liderado por la Alemania Nazi.

Por su parte, se descubrió que en el primer semestre de este 2021, hubo un importante cambio en el precio del estaño en el mercado internacional. Por esto es que sumado a las inscripciones japonesas, los científicos supusieron que se trataba de otro barco y que los piratas estaban intentando recuperar dicho estaño. Esto fue confirmado por el segundo naufragio fue hallado frente a la costa de la ciudad de Salvador (Bahía).

En cuanto a hallazgos nazis en Brasil, hace unos meses, Wandercy Pugliesi un docente de historia fue obligado a retirar de su pileta una gran esvástica. La policía descubrió la imagen en su casa en la ciudad de Pomerode, estado de Santa Catarina. Tomaron fotos, videos y luego lo obligaron a retirar los azulejos que formaban la símbolo. 

De manera insólita, este hombre intentó argumentar que lo hizo con fines puramente académicos. La justicia desestimó rápidamente esta teoría. Además, el profesor intentó presentarse para como candidato a concejal de Pomerode. Sin embargo, el Partido Liberal local lo presionó para que diera marcha atrás con sus intenciones, cosa que a la postre terminó ocurriendo. Por lo tanto, abandonó el partido asumiendo que sus ideas no iban a ser capaces de triunfar allí.