Una bola de fuego de tamaño "histórico" alcanzó la atmósfera de nuestro Planeta este lunes en la zona de Galicia, en España, que además dejar una potente luz en el cielo, generó un gran estruendo, similar al que produce una explosión.

El resplandor fue captado por varios particulares desde distintas zonas gallegas como Chantada, Vigo, Ourense, Santiago o Pontevedra, pero también fuera de la comunidad, como en el Bierzo, en algunas provincias de Andalucía e incluso en el norte de Portugal.

La caída de este meteorito, que asustó a toda la comunidad gallega y del norte de Portugal, sucedió a la 1.19 de este lunes, cuando el cielo de Galicia se iluminó por completo. En ese sentido, el superbólido atravesó la atmósfera gallega en dirección norte-sur convertido en una bola de fuego.

El espaceliasta del Instituto de Ciencias del Espacio de España Josep Trigo-Rodríguez describió que la bola de fuego medía aproximadamente 1 metro de largo y alcanzó la atmósfera a 72 mil kilómetros por hora. Gracias a la protección que producen las capas del cielo terrestre, el meteorito pudo desintegrarse antes de tocar el suelo.

Por su parte, el vicepresidente de la Asociación Astronómica Sirio de Pontevedra, Igor Piñeiro, aseguró que los primeros avistamientos se produjeron en Galicia, en El Bierzo y en el norte de Portugal y los últimos reportes llegan de la zona de Andalucía. 

"El meteoroide entró en la atmósfera a una velocidad aproximada de entre 10 y 70 kilómetros por segundo, por eso se sintió ese 'boom' sónico. El bólido superó la velocidad del sonido", explicó el astrónomo pontevedrés.

Algunos testigos también describieron la aparición de diferentes ráfagas de colores que se pueden explicar por la combustión de diferentes compuestos de la piedra que se fueron volatilizando durante su descenso.

El último fenómeno similar ocurrió el 4 de enero del 2004, cuando se registró la caída de un objeto que se fracturó durante la entrada atmosférica y que pudo verse desde diferentes puntos de la comunidad. Tras crear una intensa luz y un fuerte ruido, parte de los restos llegaron a tocar la superficie en algunas zonas de la provincia de Palencia, concretamente en Villalbeto de la Peña, en España.