Un reconocido chef cerró su restaurante para Bill Gates, pero el empresario tuvo una repudiable actitud que lo hizo enfurecer
Jordi Cruz, el cocinero del restaurante "ABaC" y ganador de tres estrellas Michellin, contó cómo fue la controversial visita del magnate a su local. "Hay gente que tiene 'guita' que están un poco hartos de todo y lo valoran menos", apuntó.
El magnate y cofundador de Microsoft, Bill Gates, visitó el reconocido restaurante "ABaC" en su paso por Barcelona, España, y Jordi Cruz, el reconocido chef al mando del lugar, lo cerró para brindarle la mejor atención posible. Pero el empresario tuvo una repudiable actitud y Cruz salió a liquidarlo: "Hay gente que tiene 'guita' que están un poco hartos de todo y lo valoran menos".
Resulta que el estadounidense, ícono de la industria de las computadoras, solo pidió una gaseosa light y se retiró del lugar.
En una entrevista con el programa español Planeta Calleja, el cocinero, que también es jugado del programa Masterchef, contó la increíble anécdota. Además de haber cerrado el restaurante para recibirlo, había organizado una serie de platos para sorprenderlo: "Le teníamos preparado lo más grande para comer", contó. Sin embargo, al llegar al local, el empresario "Se pidió un refresco de cola light y se fue", dijo.
Este gesto molestó al chef Jordi Cruz y a su equipo de trabajo, que no habían aceptado más reservas que la suya para que pudiera disfrutar de la experiencia sin que lo molestaran. "¿Tú crees que tienes que cerrar un sitio bonito para venir y tomarte un refresco de cola?", cuestionó el cocinero, en una crítica al accionar de Gates.
Por último, el reconocido profesional de la gastronomía apuntó contra el empresario multimillonario y dictaminó: "Hay gente que tiene 'guita' que están un poco hartos de todo y lo valoran menos".
Aun así, no es la primera vez que el cocinero nacido en Manresa tiene una vivencia de este estilo con Bill Gates. Durante una emisión de El Hormiguero en 2016, contó que Gates también llegó a olvidarse el pasaporte en el restaurante. “Cuando él se fue, me llamaron de recepción y me dijeron que había un pasaporte sobre la mesa”.
“Pedí que me lo llevarán al despacho y cuando lo abrí, me di cuenta de que era de él. Sin querer, vi la cantidad de viajes que hizo”, soltó entre risas.