Este miércoles, un líder narco de Brasil fue condenado a 225 años de cárcel por derribar un helicóptero de la Policía a balazos. El hombre fue acusado por las muertes de tres efectivos, intento de homicidio de otros seis oficiales que resultaron heridos y asociación ilícita para el tráfico de drogas.

El fallo judicial se conoció en las últimas horas. El líder narco se llama Fabiano Atanásio da Silva, quien era un conocido jefe de una facción del temido grupo criminal "Comando Vermelho" en la ciudad de Río de Janeiro.

En 2009, da Silva junto a otros integrantes de su grupo criminal irrumpieron en la Favela dos Macacos, en Santa Isabel, e intentaron adueñarse del comercio de las drogas. No obstante, en ese sitio se enfrentaron en un tiroteo con un grupo criminal rival conocido como "Amigos de los Amigos".

En 2009, el líder narco comandó una invasión en una favela para quedarse con el control del negocio de las drogas y en un enfrentamiento con la Policía derribó un helicóptero a balazos (Imagen Agência O Dia).

Ante esto, la policía carioca realizó un fuerte operativo en la favela para frenar la violencia en el lugar y, en ese escenario, el líder narco y su grupo de delincuentes balearon un helicóptero policial, el cual explotó mientras intentar aterrizar de emergencia luego ser impactado por varios balazos.

En el hecho, murieron tres policías y da Silva fue señalado como responsable del derribo del helicóptero junto a otros cuatro delincuentes. Tres de ellos ya habían sido condenados y un cuarto falleció antes de llegar a juicio.

Por su parte, el narcotraficante brasileño estuvo prófugo durante tres años hasta que en 2012 fue detenido por un robo y formación de cuadrilla. Este miércoles da Silva siguió el proceso a través de videoconferencia y aseguró que la sanción es “ridícula”, según los medios locales.

La invasión fue frustrada por la acción policial. En el enfrentamiento, los criminales lograron derribar el helicóptero de la fuerza, matando a los agentes”, indicó el fallo. Una de las víctimas fatales salió del aparato envuelta en una bola de fuego y murió a causa de las quemaduras.

Fue una acción nefasta que se asemeja a un acto terrorista. El derribo simbólicamente representa el poderío bélico de la facción criminal”, indicó la jueza Tula Mello en la sentencia.