Este miércoles cuatro personas murieron en un tiroteo que tuvo lugar en un edificio médico de Tulsa en el campus de un hospital, en la localidad de Oklahoma. Además, varias personas fueron heridas y el tirador murió, aunque todavía no se confirmó si se suicidó o fue abatido.

“Los agentes están revisando actualmente todas las habitaciones del edificio para comprobar si hay más amenazas. Sabemos que hay múltiples heridos y potencialmente múltiples víctimas", aseguró la Policía local, en diálogo con CNN.

El hecho se produjo cuando un hombre con un fusil abrió fuego en un campus del centro médico St. Francis, en un episodio que fue catalogado por el sargento Richard Meulenberg, presente en la escena, como "una escena catastrófica".

El episodio dejó varios heridos y podría haber más muertos (Reuters).

"Un sospechoso fue abatido. No sé en este momento si le disparamos o él mismo se disparó", agregó el policía, según informó la agencia Europa Press.

El Sistema de Salud St. Francis cerró su campus el miércoles por la tarde debido a la situación en el edificio médico Natalie, que alberga un centro de cirugía ambulatoria y un centro de salud mamaria.

En el exterior del complejo hospitalario se veían decenas de coches de policía y las autoridades cerraron el tráfico mientras se desarrollaba la investigación.

Este episodio ocurrió días después de la masacre desatada en una escuela primaria de Texas, Estados Unidosque dejó un saldo de 21 muertos, entre los cuales se encuentran 18 estudiantes y tres adultos.

El ataque se produjo en el centro educativo Robb de la pequeña ciudad de Uvalde, ubicada a 140 kilómetros al oeste de San Antonio.