El vuelo de la aerolínea Delta despegó de un aeropuerto en Los Ángeles, y su viaje hacia la ciudad de Nashville, Tennessee se desarrollaba sin problemas. Pero la aeronave nunca llegó a destino, viéndose forzada a realizar un aterrizaje de emergencia cuando uno de los pasajeros intentó meterse en la cabina del piloto para detener el avión.

Uno de los azafatos presente logró contener al sujeto con la ayuda de otros dos pasajeros, quienes lo derribaron en el pasillo de la nave. Tras el incidente, el avión aterrizó a las 2 de la tarde en Albuquerque, a cuatro horas de su destino original. 

Una vez en la ciudad de Nuevo México, la policía local detuvo al pasajero rebelde. No se reportó a ningún herido o víctima del incidente. "El pasajero no tuvo éxito. El avión aterrizó de manera segura y el pasajero fue trasladado por la policía y el FBI. Ahora se encuentra detenido", declaró Delta Airlines en un comunicado.

Efectivamente, el departamento del FBI de Albuquerque reportó en su cuenta oficial de Twitter que oficiales a su cargo fueron desplegados en la escena. El organismo afirmó que "no hay ninguna amenaza para el público en este momento".

Varios de los presentes capturaron el momento en videos que se viralizaron en las redes sociales. Uno de los presentes grabó el momento del arresto en el avión, y en uno de los clips se observa al sujeto maniatado en uno de los asientos de la nave: 

Jessica Robertson, otra de las pasajeras, también compartió su punto de vista en su cuenta de Twitter. "Fue aterrador, pero el asistente de vuelo, Christopher Williams, actuó rápidamente", comentó la mujer, y agregó: "Espero que Delta le de a Chris todo el reconocimiento y bonos que se merece". 

En el video que publicó Robertson se puede ver a Williams en acción, dando indicaciones a los pasajeros que saltaron sobre el sujeto para trasladarlo a la parte trasera del avión, lejos de la cabina. Durante toda la duración del clip, el detenido continúa gritando "¡Deben parar este avión!":