Con tan solo 43 años, una mujer murió tras ser violentamente atacada por su propio perro, un American Bully XL. El terrible episodio ocurrió mientras la familia de Reino Unido estaba en su casa, pero nadie pudo evitar ese trágico desenlace.

Al ver que su esposa estaba siendo agredida, el marido de la víctima intentó rescatarla de la situación, pero terminó con graves heridas él también. Pese al esfuerzo del hombre por salvarle la vida -junto con el de los médicos-, la mujer no pudo sobrevivir.

El hombre, llamado Jamie Stead, sufrió lesiones graves en la cara, en las manos y en el pecho, tras intentar separar al perro de su esposa. De hecho, el hombre tuvo que ser sometido a un injerto de piel, luego de haber sido traslado al hospital más cercano.

Joanne Robinson tenía dos hijos muy chicos, y su muerte causó una gran conmoción, especialmente en su esposo, quien, según se supo, se encuentra completamente devastado tras la tragedia. La pareja estaba casada desde hace 20 años.

La mujer no pudo ser salvada.
La víctima se llamaba Joanne Robinson y tenía 43 años.

Qué dijeron sobre la reacción del perro

Allegados a la familia aseguran que su perro, Rocco, de raza American Bully XL, se puso extremadamente violento debido a la terrible ola de calor que está atravesando Reino Unido.

Según dijeron desde la familia de la víctima, el perro nunca mostró indicios de ser un animal peligroso, por lo que su inesperada reacción sorprendió a todos los conocidos de Rocco. Tanto es así que, consideran que lo único que pudo haber desatado su violenta reacción fue el calor extremo que había.

Aseguran que el perro no era peligroso.
Rocco es un American Bully XL.

La madre de Joanne, habló con la prensa europea y dio algunos detalles de la trágica situación: “Ella estaba abajo y de repente Rocco la atacó, le dio, creo, que alrededor de la garganta”, contó la mujer, luego de explicar que su hija recién había vuelto de una reunión.

En ese sentido, Dotty Robinson, madre de la víctima, agregó que la familia de su hija tenía dos perros -no solo a Rocco-, y que ambos fueron criados por Joanne y su esposo desde que eran unos cachorros.

“Solo puedo pensar que se volvieron locos con el calor extremo (los perros). Debe de haberlos hecho enloquecer”, explicó la señora, tras ser consultada por el reaccionar del can.

Sin embargo, tanto Rocco como Lola -la otra perra que tenía la familia-, se encuentran detenidos y custodiados por la Policía, ya que los consideran sumamente peligrosos.