En las redes sociales, se conocen distintas historias insólitas. Algunas generan gracia, pero hay otras en donde no se puede conocer realmente cómo se debe reaccionar. En este caso, un hombre en Sydney, Australia, descubrió que su hijo de 4 años había realizado un compra en una heladería por 1.200 dólares (cerca de 210 mil pesos) mientras usaba su celular.

Es habitual que los adultos le presten sus celulares a los más chicos. Esto es algo que no es recomendable, pero ante la insistencia de los mismos acaban accediendo sobre todo para mantenerlos distraídos. Principalmente lo nenes lo que desean es jugar con los diferentes juegos que trae el celu, pero hay algunos veces en donde acaban utilizando otras apps. 

En esta oportunidad, en Australia, Christian King, un nene de tan solo cuatro años estaba usando el celular de sus papá, Kris King. El menor ingresó al Instagram personal del hombre y acabó visitando la página de la heladería "Gelato Messina", una de las más populares. 

El nene comenzó a ver las diferentes imágenes en donde aparecían todos los productos que ofrece el establecimiento y luego de ir seleccionando cada una de las cosas que más le gustan, empezó a realizar un pedido en la app de UberEats.

En un determinado momento le avisó a su padre que tenía "algo en camino", pero el sujeto no comprendió muy bien a que se refería y no le dio importancia. Eso se debía a que él estaba más concentrado en ver el partido de futbol americano en donde estaba jugando su otra hija.

Luego de unos minutos el conductor de reparto de UberEats llamó a su esposa, quien inmediatamente se comunicó con él para saber por qué hizo tal compra. Cuando la mujer le comentó todo lo que había pedido no lo podía creer.

"Primero que nada pensé que eran 139 dólares. Y luego realmente lo miré y costaba $ 1,139, más otros productos y todo eran cerca de 1200. Casi sufrimos un infarto. Hojeé la pantalla unas 30 veces. Eso es lo largo que fue el pedido, eran como 99 pasteles ". le explicó el padre a the guardian.

El nene en total compró: siete tortas enteras, diez potes de dulce de leche, dos paquetes de leche que la tienda vende para hacer café, muchas barras de chocolate y además de recuerdo, compró botellas de merchandising.

"Me dijo que había pedido un pastel de cumpleaños para él y yo ni siquiera lo creí. Primero me salía vapor de los oídos y luego antes de gritar su nombre, él salió corriendo a su habitación antes de que yo se lo dijera. Pedimos cosas a UberEats todos los días, y obviamente nos ha visto hacerlo todo el tiempo, pero nunca lo hizo ni lo envió. 1200 dólares después, fue un gran impacto para el sistema", destacó King.

Por último, el pedido acabó entregándose en la estación de bomberos de Newtown, en donde King trabaja como bombero y el sitio a desde donde había hecho un pedido por última vez. Sus compañeros recibieron el pedido y lo acomodaron como pudieron en el freezer del lugar. Finalmente, el matrimonio pudo hacer un reclamo a la heladería, quien comprendió la situación y junto a UberEats accedieron a reembolsarles el gasto del pedido.