El nuevo sospechoso por la desaparición de Madeleine McCann, identificado como Christian Brueckner, de 43 años, vivió en la zona de Algarve ( Portugal) entre 1995 y 2007 y se encontraba cerca de la casa de vacaciones de Praia da Luz el día en que desapareció la pequeña.

Actualmente, el acusado cumple condena por una violación cometida en 2005 en Portugal, cuya víctima fue una estadounidense de 72 años a la que ató, pegó, agredió sexualmente y finalmente robó. No fue detenido y procesado hasta diez años después, a raíz de las pruebas de ADN realizadas en un cabello que se encontró en el lugar de los hechos. La desaparición de Madeleine, en 2007, se produjo en ese espacio de tiempo.

Luego de difundirse esa información, el semanario Der Spiegel reportó que Brueckner tiene un amplio historial delictivo, con unos 17 casos, desde agresiones hasta robos o asuntos relacionados con drogas. Su primer juicio por un delito sexual fue en 1994, cuando tenía 17 años, siendo condenado en Baviera por abusar de un niño. El último caso vinculado a menores fue un proceso por tenencia de pornografía infantil, en 2016.

El hombre vivió y trabajó entre 1995 y 2007 en el sur de Portugal, donde habría cometido varios delitos, robos en hoteles y apartamentos y la violación de una anciana estadounidense hace 15 años. Se mudó en las semanas alrededor de la desaparición de McCann y volvió a Alemania, donde cometió otros crímenes.

Por su parte, el Daily Mail reportó que un amigo de Brueckner informó a la policía que el sospechoso le confesó en 2017, entre tragos, que "sabía lo que había pasado" con la niña, mientras la televisión mostraba un especial por los 10 años del caso. En esa conversación, le mostró un video de él violando a una mujer.

Las sospechas sobre Brueckner salieron a la luz en primer lugar en el Reino Unido, a través de Scotland Yard. La fiscalía de Braunschweig indicó que se está investigando el asunto "en estrecha colaboración" con la Policía Metropolitana británica y con la Policía Judicial portuguesa.

La investigación

"Asumimos que la niña está muerta", dijo en diálogo con la prensa el portavoz de la fiscalía de Braunschweig, en el norte de Alemania, Christian Wolters, quien también cree que Brueckner es el autor material del crimen. Las tres policías -alemana, británica y portuguesa- buscan ahora testigos para tratar de aclarar dónde estuvo el sospechoso el día de la desaparición de la pequeña, el 3 de mayo de 2007, entre las 21.10 y las 22.

En ese marco, se difundieron fotos de dos vehículos, un Jaguar XJR 6 de color oscuro y una furgoneta VW T3 Westfalia de color claro, con la que aparentemente pudo secuestrar a la niña. Se tienen indicios, además, de que ese día realizó una llamada con un teléfono móvil portugués a una persona desconocida, cuestión asimismo objetivo de la investigación.

En mayo de 2019, medios locales portugueses informaron de que un ciudadano alemán, condenado por el asesinato de tres niños y descartado como sospechoso por Scotland Yard en 2011, estaba siendo investigado en relación con el "caso Madeleine".