Las adicciones a las drogas son un gran problema en el mundo. Hay muchas muestras de ello e investigaciones. En esta ocasión, un grupo de científicos de República Checa realizó un estudio en el cual se investigó cómo afecta a los peces los residuos de sustancias que llegan a los ríos.

Las drogas producen graves consecuencias en los humanos. Algunos efectos que generan son los cambios de humor, hasta paranoia, pasando por una aceleración del pulso, una mayor tensión arterial y, en los casos más extremos, hasta la muerte.

En particular, esta investigación comenzó a partir del interés que generó en los académicos la llegada más que probable de las drogas y fármacos comunes a grandes caudales de agua como lagos o rios. Las cuales pueden llegar por medio de los residuos que explulsan las personas en inodoros o duchas, además de las filtraciones en alcantarillas. 

El estudio realizado por la revista Biología Experimental trataba de analizar si las plantas de tratamiento de agua residuales lograban cumplir una función importante. Filtrar los componentes que desechan las personas para que no sean contaminados los caudales de agua.

Es así como demostraron a partir de una investigación que duró cerca de 20 semanas, que a pesar de logran retirar gran parte de los desechos, no eran capaces de retirar muchas de las drogas de todo el mundo que tarde o temprano acabarán en el agua y así llegar a afectar la vida marina.

Las investigaciones develaron que en especial las truchas silvestres, un pez característico de la Europa del Este, habían estado expuestos a la metanfetaminas, un estimulante sintético, y mostraban que los peces presentaban síntomas de adicción y abstinencia que pueden perjudicar gravemente su comportamiento.

Investigación de adicciones en los peces

Los científicos evaluaron si la concentración de la metanfetaminas, al igual que la anfetamina, las cuales se pudieron detectar en el cerebro de estos peces. Las truchas comunes son una presa vital para muchos depredadores y los cambios en su comportamiento o población podrían reverberar a lo largo de la cadena trófica.

La investigación que duró casi 20 semanas, se analizaron 60 truhas y el mismo constó de por lo menos dos intancias, En primer lugar, los peces fueron expuestos a amplios tanques de metanfetamina por ocho semanas, y posteriormente se las colocó en tanques de agua limpia durante otras diez semanas para generar un efecto de “abstinencia”.

En segundo lugar, los investigadores utilizaron paralelamente un grupo de truchas que nunca fueron expuestos a las drogas. En este contexto, se comparó si efectivamente los peces que están expuestos a estupefacientes desarrollan una adicción.

Los resultados no dejaron duda alguna. Los peces expuestos a la metanfetamina prefirieron el agua que contenía la droga, una preferencia que no mostraron aquellos que nunca habían estado en contacto con esa sustancia.

Del mismo modo, encontraron que las truchas expuestas a la metanfetamina cuando fueron colocadas en el estanque sin drogas tenían menor movilidad, lo que fue interpretado por los científicos como un signo de ansiedad o estrés, típicas señales de abstinencia en humanos.

Cómo afecta a los peces las drogas

De la misma forma que en las personas, las drogas producen cambios tanto hormonales como psicológicos, y llegado el grado de adicción puede traer consecuencias cerebrales.

Precisamente las secuelas detectadas en los peces son similares a las de las personas. De hecho, el estudio permitió ratificó esa hipótesis: los cambios que viven los peces son similares a los que viven los humanos adictos.

Por su parte, también se concluyó que puede llegar a haber una consecuencia más grave. La adicción en los peces podría cambiar su comportamiento natural y esto provocar que tenga problemas en su alimentación, su reproducción y su supervivencia.

La supervivencia es un punto muy peligroso remarcado en el estudio porque una posiblidad es que esto puede terminar con la extinción de la especie.

También especificaron que las truchas silvestres ya poseen una condición de presa fácil para los cazadores pero que esto puede agravarse. Además, de que las adicciones pueden ser heredadas por varias generaciones, lo que produciría consecuencias en los ecosistemas.