Un hombre murió en las aguas profundas y azules de Australia el miércoles de esta semana por el salvaje ataque de un tiburón blanco de más de 4 metros que lo acechó sorpresivamente a primera hora de la tarde frente a un grupo de personas.

El tremendo ataque del gran pez ocurrió en la concurrida playa Little Bay de Sidney, y fue registrado en unos videos por testigos que se encontraban en la zona. Por la peligrosidad de la situación, no pudieron ayudar al nadador. Las imágenes duran varios segundos y reflejan el temor y el estado de shock en el que se encontraban los presentes en el momento en el que el tiburón devoraba al hombre, cuya identidad aún se desconoce.

Según precisó el servicio de emergencia policial y asistencia médica a los medios de comunicación australianos, el depredador le causó “heridas catastróficas” a la desafortunada víctima. Esto se confirmó luego de que encontraran flotando en el agua restos de cuerpo humano.

“Oficiales adscritos al Comando del Área de la Policía de Eastern Beaches, con la asistencia del Comando del Área Marina y Surf Life Saving NSW, asistieron y localizaron restos humanos en el agua, aseveró el inspector Lucky Phrachanh, del servicio de Ambulancias del estado de Nueva Gales del Sur. Los servicios habían sido solicitados alrededor de las 4:35 p.m, detalló.

La policía no pudo brindar precisiones sobre la identidad del nadador. Tras el temible ataque del tiburón blanco, la playa de Little Bay fue cerrada durante 24 horas para patrullar las aguas en busca de otros tiburones que puedan generar nuevos ataques.

Los desgarradores testimonios

Fueron muchas las personas que atestiguaron como de un momento a otro una tarde de Sol y playa se convertía en la peor de las pesadillas colectivas desde que Steven Spielberg estrenó Tiburón en 1975.

Un diario australiano entrevistó a uno de los testigos presentes, que describió la situación con sumo detalle: la persona pescaba de forma pacífica como un día corriente cuando de pronto notó que un hombre con traje de neoprene nadaba por la bahía, y minutos más tarde, presenció el momento exacto en el que un tiburón lo arrastró con su gran y dentuda mandíbula hacia la profundidad del mar.

"Cuando cayó, hubo muchas salpicaduras de sangre", explicó el hombre a ABC News, y siguió: "Fue terrible. Estoy temblando. Sigo vomitando. Es muy, muy molesto. Simplemente bajó a nadar, disfrutando el día, pero ese tiburón le quitó la vida", expresó.

Otro ciudadano que vivió aquel terrible momento, Kris Linto, contó a Nine News su versión: “Un tipo estaba nadando y un tiburón vino y lo atacó verticalmente”, apuntó el pescador.

La policía rastreó la playa Little Bay, donde un hombre fue devorado tras el ataque de un gran tiburón blanco.

En las imágenes de un video sobre el ataque del depreador, que se viralizó en Twitter, se puede escuchar a otro de los testigos gritar con desesperación: “¡Alguien acaba de ser devorado por un tiburón! ¡Oh, hombre! ¡Oh, no! Eso es una locura. Es un gran tiburón blanco".

Jóvenes aledaños como James, de 27 años, aseguran que no quieren regresar a las aguas de Little Bay a nadar “de ninguna manera”. Pese al susto, muchos otros ciudadanos continuaron nadando aquella tarde por la bahía mientras los helicópteros policiales patrullaban por encima de sus cabezas.

Ataques de tiburones en Australia

De acuerdo con los datos que informaron los medios locales, en Australia ocurrieron 18 ataques de tiburones durante el 2021, de los cuales tres resultaron fatales. En tanto, en el 2020, se contabilizaron 26 ataques a personas, con ocho muertes.

No obstante, el accidente ocurrió en las aguas de Little Bay este miércoles fue el primero en tener lugar en Sidney en más de 53 años, indicaron fuentes oficiales. El último registro de estos ataques data de 1963.

Un destino similar al de la víctima de Sidney tuvo hace una semana un surfista japonés, de nombre Tadashi Nakahara, quien murió en la playa de Ballina luego de ser embestido por una brutal mordida de un tiburón blanco mientras esperaba una ola sobre su tabla.

La prensa local contó que se trata de una playa muy peligrosa donde suele haber carteles de “prohibido nadar” por la constante presencia de tiburones a poca profundidad.

El japonés, de 41 años, llegó al lugar para surfear las olas que son características en esa zona, pero todo terminó con un tiburón que le arrancó las dos piernas: murió desangrado en el acto.