Sareena y Ajay Suman estaban buscando comprar una casa, como tantas otras parejas lo hacen todos los años, y encontraron una casa que parecía perfecta. Pero, a diferencia de tantas otras parejas, recibieron un mensaje discriminatorio que acabó con sus sueños en un instante.

La pareja se enamoró a primera vista de una propiedad de cuatro dormitorios en la ciudad inglesa de Birmingham. Además de un buen precio y cómoda locación, la casa fue particularmente especial para Sareena, ya que está cerca de donde creció. Buscando conocer más de la propiedad, el matrimonio se contactó a través del sitio de ventas Purplebricks con la dueña de la casa.

El mensaj. que envió la vendedora y madre de tres, Claire May (40 años), los dejó sin palabras: "Ya no acepto visitas de la comunidad india y del resto de las comunidades asiáticas, no son compradores serios. Solo miran los inmuebles... como si fuera un día de paseo. Hay muchas otras propiedades en las que puedes hacer perder el tiempo a la gente, así que te sugiero que vayas a ver una de ellas".

El mensaje que la pareja recibió explicando su visita cancelada.

La única información que se dijo que estaba disponible para May cuando negó a la pareja una visita fue únicamente el nombre de Sareena.

Sareena, por su parte, expresó su incredulidad a los medios locales: "Tuve que leerlo 15 veces antes de que me diera cuenta. Al principio, era ridículo y me reí porque no sabía cómo sentirme. Y después me entró la tristeza y me molesté", explicó la madre. "Ahora, no estoy tan enojada como antes porque lo he aceptado, pero es solo el impacto que no puedo superar", agregó.

Un mensaje que lo cambió todo

El matrimonio expresó preocupación por sus hijos y las instancias de racismo que podrían experimentar en la zona.

Para la familia Suman, el mensaje que compartieron por redes sociales y a los medios locales no solo arruinó una posible compra, también transformó su vida cotidiana: "Me ha hecho cuestionar si todo el mundo está pensando eso de mí. ¿Me describen como 'esa chica asiática'? ¿Es mi color o mi raza una cosa para describirme o estereotiparme?", expresó Sareena.

"Donde vivimos actualmente hay una minoría de asiáticos y me ha hecho ver a todos de manera diferente. Nunca me había sentido así antes. Ahora estoy consciente de lo que estoy diciendo y si alguien me está mirando", agregó.

La pareja tiene dos hijos, y decidieron sentarse con su hijo mayor, Jhye, de seis años, para explicarle el racismo: "Siempre le he enseñado a mi hijo mayor que las palabras son solo palabras. Pero descubrí que tenía que tener esa conversación sobre el racismo con él", comentó la madre, que confesó sentirse "asustada" por él y su hijo menor, y las instancias de racismo que podrían atravesar en un futuro.

MailOnline se contactó con la propietaria de la casa en cuestión, quien aseguró que "hay mucho más en la historia de lo que creen", y prometió no ser "ni un poco racista". A pesar de sus explicaciones, la empresa Purplebricks removió su propiedad del sitio de ventas:

"Los sentimientos expresados en este mensaje son completamente opuestos a los puntos de vista y valores de Purplebricks", dijo un portavoz de la empresa. "Tan pronto como vimos este comentario, le dijimos a la vendedora que no venderemos su casa y le reembolsamos la tarifa. La casa ya no está en el mercado con Purplebricks. También contactamos a la compradora para expresar cuán horrorizados estábamos por este mensaje y disculparnos por haber tenido esta experiencia", concluyó.