Un grupo de cientificos investigó la desaceleración de la rotación de la Tierra a lo largo del tiempo, y llegó a la conclusión de que este fenómeno tuvo un impacto directo en el proceso de oxigenación del planeta.

En una reciente publicación de la revista Nature Geoscience, los investigadores del Centro Leibniz de Investigación Marina Tropical explicaron que su estudio partió de la hipótesis de que la velocidad de rotación de la  Tierra había disminuído gradualmente a lo largo de sus 4,5 mil millones de años de existencia, y que esto tuvo un efecto en la cantidad de oxígeno que hay.

Hoy día se sabe que el planeta gira sobre su propio eje una vez cada 24 horas, no obstante, en la Tierra privimitva, sostienen que este período de tiempo habría sido de 6 horas, es decir, que los días eran mucho más cortos, y la cantidad de luz, era menor. Pero, a mayor desaceleración, la cantidad de luz que recibió nuestro planeta fue incrementando de forma paulatina.

Las microbacterias que fueron estudiadas se encontraban en el fondo de un sumidero sumergido del lago Hurón, a 30 metros bajo la superficie del agua, en un sumidero de Middle Island.

En tanto, los científicos realizaron un análisis de una comunidad microbiana ubicada en un lago estadounidense rico en azufre y con baja cantidad de oxigeno, dado que estas bacterias tendrían condiciones similares a los organismos unicelulares que habitaron el planeta hace millones de años y cuyos restos “alfombraron” las superficies del suelo terrestre y marino.

La conclusión a la que arribaron es que, a medida que la velocidad de rotación fue decreciendo, se incrementó la cantidad de luz que recibe el planeta, por lo que las cianobacterias fotosintéticas lograron producir más oxígeno.

O en palabras de uno de los autores de este trabajo de investigación, Gregory Dick: “Nuestra investigación sugiere que la velocidad a la que gira la Tierra, en otras palabras, la duración del día, puede haber tenido un efecto importante en el patrón y el momento de la oxigenación de la  Tierra.