El gobierno uruguayo informó este jueves la muerte de 35 personas por coronavirus, un récord diario con el cual superó los 1.000 fallecimientos desde que comenzó la pandemia. El dato fue interpretado por medios locales como una escalada de contagios que amenaza con colapsar el sistema de salud del país oriental.

Sobre una población total de 3,5 millones de habitantes, ya se acumulan 1.009 fallecidos y 108.188 casos desde que se declaró la emergencia sanitaria, en marzo de 2020.

Más del 80% de las muertes se produjeron en 2021, marcando un momento crítico de la pandemia que el año pasado parecía bajo control.

En la última semana se superaron además los 100.000 contagios, de los cuales casi el 60% ocurrieron en los últimos 90 días.

El aumento sostenido de casos está poniendo en riesgo la atención en hospitales públicos y privados de todo el país, donde ya un 42% de las camas de cuidados intensivos están ocupadas por pacientes con coronavirus.

De acuerdo al reporte de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva, hasta este jueves hay un 70% de ocupación total de las unidades de tratamiento intensivo.

A pesar de ese cuadro, el presidente Luis Lacalle Pou se mostró reticente a endurecer las medidas para restringir la movilidad, argumentando que su Gobierno no cree en "un Estado policíaco". La administración se muestra además confiada en el programa de vacunación.

Casi el 20% de la población ya fue inoculada con la primera o segunda dosis de CoronaVac o Pfizer desde que comenzó la campaña de inmunización, el 1 de marzo.