Según un estudio, las ratas que se venden en mercados y restaurantes del sudeste asiático albergan múltiples coronavirus. Luego que se originara en Wuhan, China, la pandemia de Covid-19 que mantuvo en vilo al mundo, en los últimos meses no pararon de salir informes acerca del riesgo que conlleva este comercio y consumo de vida silvestre. 

Tal es así que en Wuhan se prohibió el consumo de animales salvajes por cinco años, luego que la principal hipótesis acerca del origen de la pandemia esté relacionada con la comercialización de especies como el pangolín, serpientes o murciélagos.

Ahora, un nuevo estudio corrobora este gran riesgo. Los resultados preliminares, publicados en BioRxiv, demuestran que las ratas que se comercializan y consumen en  mercados y restaurantes del sudeste asiático albergan múltiples coronavirus.

Aunque las cepas detectadas son diferentes de Covid-19 y no se cree que sean peligrosas para la salud humana, el equipo de investigadores de Estados Unidos y Vietnam, responsables del estudio, advierten que el comercio de vida silvestre puede ser una incubadora de enfermedades.

La proporción de positivos aumentó a medida que los animales vivos fueron trasladados de su lugar de origen a los lugares de comercio y consumo, lo que sugiere que estaban adquiriendo virus en el proceso.

La mezcla de múltiples coronavirus, y su aparente amplificación a lo largo de la cadena de suministro en restaurantes, sugiere un “riesgo máximo para los consumidores finales”, aseguran los autores del estudio.